ESPECTáCULOS › LLEGA “RED DRAGON”, UNA “PRECUELA” DEL DOCTOR LECTER
El tercer plato de Hannibal
Anthony Hopkins y Harvey Keitel, entre otros, protagonizan la película que cuenta la historia previa a la de “El silencio de los inocentes”.
Por Rocío Ayuso
Desde Nueva York
En Hollywood es imposible decir “nunca jamás”, se sabe. Si hiciera falta una prueba, la mejor sería el regreso a las pantallas del psicópata caníbal de Hannibal Lecter que, interpretado una vez más por Anthony Hopkins, está dispuesto a servirse un tercer plato con el estreno de Red Dragon. Esta será en realidad la cuarta película de este macabro personaje creado por Thomas Harris hace cerca de un cuarto de siglo, aunque tan sólo existan tres libros centrados en su figura. Tras el éxito de The Silence of the Lambs (El silencio de los inocentes, 273 millones de dólares de recaudación y cinco premios Oscar) y de Hannibal –350 millones de dólares en taquilla–, Hollywood no podía olvidarse de uno de sus mayores monstruos, aunque eso significara desenterrar su primera aparición literaria y cinematográfica. Se trata de Manhunter, película dirigida por Michael Mann cinco años antes de El silencio de los inocentes, donde Brian Cox dio vida a Lecter y el resultado fue un éxito de crítica que, sin embargo, no tuvo demasiado público, ya que la recaudación no superó los 8,6 millones de dólares en Estados Unidos.
Ahora, Hopkins retomó el papel que le dio su mayor fama por un sueldo que supera con creces esta cifra (8 millones de dólares de adelanto y el 7,5 por ciento de los beneficios brutos) y con la seguridad de que volverá a situar esta franquicia entre las más taquilleras de la industria. “No se puede ser categórico”, subraya Hopkins con educación antes de añadir que lo verdaderamente importante era “volver a la misma celda”. No está solo en este mórbido deseo. porque junto con Hopkins está el guionista de El silencio de los inocentes, Ted Tally, dispuesto a servir a los espectadores ese gusto a carne humana y chianti que tanto fascinó al público.
“Las historias de psicópatas siempre son bien recibidas. Lo quieras o no, siempre nos gusta mirar nuestros rincones más bajos”, aventura Edward Norton, quien forma parte también de esta producción como el detective que puso tras las rejas a Lecter, y que debe enfrentarse a Francis Dolarhyde, un asesino serial que se hace llamar “Dragón rojo” y selecciona familias enteras para sus crímenes. Así, la película ensaya una vuelta al pasado, a un Lecter más joven (para el que Hopkins, de 64 años, perdió 10 kilos de peso) y más letal, “con más rabia que en su última aparición ante el público”. Al igual que en El silencio de los inocentes, en Dragón rojo el personaje de Lecter es secundario a una trama dirigida en esta ocasión por Brett Ratner y que también cuenta con Ralph Fiennes, Philip Seymour Hoffman, Emily Watson y Harvey Keitel.
“Jonathan Demme lo tenía todo muy atado, Ridley Scott fue más cercano a un pintor y en Ratner, lo que más admiro es su entusiasmo”, dijo Hopkins con relación a sus sucesivos directores en el papel de Lecter. Según Ratner, su deseo fue mantenerse muy fiel a la obra de Harris, al contrario que Manhunter, adoptando para el film un tono menos sangriento que el de Hannibal y más intelectual, “más a lo Hitchcock”. Eso no descarta una sangría en la pantalla, incluida la muerte del personaje que interpreta Philip Seymour Hoffman, que fallece achicharrado en una silla de ruedas en llamas mientras va a toda velocidad. Fue un baño de sangre que existió incluso detrás de las cámaras, donde se disparó una áspera pelea entre los estudios Universal, productores de la cinta, y MGM, que poseían los derechos originales del personaje. La disputa concluyó con un reparto equitativo de la torta, y todos contentos.
Las primeras críticas recibidas por el film, en tanto, no llegan a equiparar este intento con la exitosísima primera entrega, pero de todos modos son lo suficientemente alentadoras como para asegurar el éxito entre el público. “Hannibal Lecter se apunta otro tanto con Red Dragon, afirmó el crítico de la revista especializada Variety, mientras que el semanario Time indicó que pese al habitual fracaso de Hollywood cuando traducelibros a la pantalla, con Lecter “van ya cuatro películas, y salieron todas buenas”.
“No hay que olvidar que lo hemos hecho por el público. Si al final sale bien y conseguimos alguna candidatura, bienvenida sea”, argumenta el productor Dino De Laurentiis, pensando ya en otros honores para su película. “Pero ante todo somos titiriteros”, concluye seguro de que, una vez más, habrá satisfecho el apetito del público, casi tan voraz como el del doctor Lecter.