ESPECTáCULOS
Para Sandro, no hay nada mejor que volver a casa
El cantante dejó la clínica donde estuvo internado durante veinte días. Deberá guardar reposo y practicar una dieta rigurosa.
Después de veinte días de internación, Sandro fue dado de alta, ya está en su casa de Banfield, y volvió a agradecer a Dios, a la Virgen y a los médicos que consiguieron, “el milagro” de salvarle la vida. El popular cantante se retiró del sanatorio privado en que estuvo alojado el martes a la madrugada para evitar el posible acoso de sus fanáticas y de los medios de comunicación. El día anterior había llamado a algunos medios periodísticos para comunicar sus múltiples agradecimientos, sugiriendo que era inminente su retorno a la mansión en que vive prácticamente recluido, desde hace muchos años.
Sandro pasó el día de ayer descansando, rodeado por sus familiares más cercanos, que lo acompañaron durante gran parte de la internación. En su domicilio, le advirtieron los médicos, deberá continuar el tratamiento de rehabilitación, tras la gravísima afección pulmonar que sufrió, que pudo haber terminado con su vida. Además, tendrá que seguir la dieta estricta que inició en el hospital, que afinó algo su abultada figura. El lunes, en una conferencia de prensa que dio dentro del sanatorio, enfundado en una de sus inefables batas, aseguró que cuando fue internado contaba con “menos de un 50 por ciento de posibilidades de sobrevivir”. En el transcurso de su internación se barajaron diversas hipótesis con respecto a su futuro artístico. Inclusive se llegó a decir que debería abandonar para siempre los escenarios. Su médico personal dijo que eso no era cierto, pero poco después se llamo a silencio de stampa. Por ahora Sandro se limita a repetir que “Dios es demasiado bueno” con él.
El cantante, y autor de clásicos absolutos como “Rosa, Rosa”, “Así” y “Quiero llenarme de ti” se descompuso en su domicilio particular el 17 de diciembre y fue trasladado de urgencia al Instituto del Diagnóstico. La neumonía que afectó a Sandro complicó su ya delicado estado de salud debido a que padece de un enfisema pulmonar crónico, producto de su adicción al tabaco. En la larga serie de recitales que brindó el año pasado, Sandro eligió cantar con la asistencia de un tubo de oxígeno, disimuladamente ubicado a un costado del escenario. De ahora en más, reconoció ante sus íntimos, deberá reforzar sus cuidados personales. Hace varios años dejó de fumar. Ahora también tendrá que cuidarse con las comidas y las bebidas, algo que siempre le costó.