ESPECTáCULOS › MARISA MONTE, ARNALDO ANTUNES Y CARLINHOS BROWN, TRIBALISTAS
“En el Brasil, juntarse es lo más natural”
Se reunieron casi por casualidad y consiguieron un éxito inesperado con su notable disco debut. Ellos, músicos muy distintos entre sí pero brasileños al fin, se relajan y destacan la “afinidad”, como explicación para el fenómeno.
Por Martín Pérez
Del otro lado de la línea se escuchan ruidos, murmullos e incluso algún piano y una guitarra. Los Tribalistas existen como tales desde la edición de su disco en conjunto a fines del año pasado, pero están reunidos desde mucho menos tiempo, más precisamente desde que decidieron presentarse juntos en vivo. Arnaldo Antunes, ex Titas y poeta, cuenta en la entrevista telefónica con Página/12 que “todo comenzó con nuestra presentación en Miami, para el show de entrega del Grammy Latino, donde cantamos ‘Ja sei namorar’”. Desde el año pasado, Antunes, devenido en prolífico y respetado compositor para proyectos ajenos durante la década del noventa, se ha convertido en Tribalista junto a Carlinhos Brown y Marisa Monte, sus cómplices en este juego de amigos reunidos para a tocar más allá de los deseos de las discográficas y los expertos en marketing, un proyecto que lentamente se ha ido convirtiendo en un suceso musical en todo el mundo.
“Los tribalistas no quieren tener razón, no quieren tener certeza ni juicio ni religión”, cantan Arnaldo, Carlinhos y Marisa en el tema que da nombre al trío, al disco e incluso al antimovimiento que han jugado a crear con un trabajo que nació casi de casualidad, al margen de sus propias carreras musicales. “Este disco es el resultado natural de nuestra afinidad”, explica Arnaldo, que repasa la historia: Tribalistas nació cuando él estaba grabando Paradeiro, su quinto álbum como solista, producido por Carlinhos, y Marisa se reunió con ellos para registrar una participación especial. “Nos encontramos los tres una semana en Bahía, donde nosotros dos estábamos grabando el disco, y compusimos frenéticamente varias canciones, con mucha intensidad.” De aquel encuentro nació un álbum que recién se juntaron para grabar y editar un año más tarde, debiendo buscar para ello un hueco en la poblada agenda de sus compromisos individuales. “Es un disco cuya edición no va a ser acompañada por una gira, ni por una promoción televisiva ni por todas esas cosas que tienen todos los discos”, escribió Nelson Motta, el periodista brasileño convocado por los Tribalistas para conducir aquella entrevista oficial que fue la única que acompañó la edición del álbum. Al menos hasta ahora.
Pero es que muchas cosas han cambiado desde entonces. La más importante de ellas es que el álbum es el suceso del año en Brasil, donde –a pesar de la piratería– ha llegado a vender un millón de copias. Y el DVD realizado por el propio grupo durante la grabación del disco ha alcanzado una cifra de venta de 100 mil copias. Tras el éxito, los Tribalistas han accedido a reunirse, dar entrevistas y hasta tocar en vivo. “Pero esto no significa que hayamos cedido a las presiones de la industria”, ha dicho Marisa Monte. “Simplemente estamos reafirmando los lazos que nos unen, y aunque hayamos aceptado tocar algunos shows, no tenemos planes de hacer una gira juntos.” Aunque por principio los Tribalistas no aceptan dar una entrevista como tales sin que estén presentes los tres, en la comunicación telefónica con Página/12 nunca se hizo presente Marisa. Así que el que se explica ahora es Carlinhos: “Estamos sorprendidos por todo este éxito, que nos llena también de responsabilidad. Y toda esta sorpresa es la que nos reunió aquí como una forma de decir gracias”.
¿No se habrán destribalizado ahora que han aceptado promover comercialmente el disco? “Para nada, en realidad somos cada vez más Tribalistas, y estamos cada vez más juntos”, anuncia Antunes. “Por ejemplo, entre entrevista y entrevista aprovechamos para hacer nuevas canciones. En estas dos semanas que llevamos juntos ya completamos todo un repertorio para un posible nuevo disco, pero aún no tenemos planes para hacer algo así. Por ahora lo único seguro es que vamos a quedar como siempre quedamos, colaborando los unos con los otros en nuestros proyectos individuales y haciendo cosas juntos, pero sin la ansiedad ni la necesidadde andar planeando nada.” De hecho, después de sus presentaciones europeas, cada uno de sus integrantes regresó a sus proyectos.
Marisa, por ejemplo, sigue dedicándose a ser madre de su hijo Manu Vladimir, de apenas nueve meses de edad. “Es un niño hermoso”, dicen casi a coro Arnaldo y Carlinhos. Los planes de Antunes, mientras tanto, apuntan a escoger el repertorio y componer temas para un nuevo álbum solista, que debería entrar a grabar a fines de año y editar en marzo del 2004. Y Carlinhos volverá a ser Carlitos Marrón, el título de un álbum solista que grabó para BMG España, para ser distribuido en todo el mundo. “No es un cambio de nombre ni de personalidad”, aclara. “Simplemente es una afirmación de que soy un Brown, y de América del Sur. Muchas veces sólo por hablar portugués parece que los brasileños no somos latinos, algo que es una decepción para nosotros porque amamos ser latinos. Y Carlitos Marrón es una forma de encarnar eso”, explica Carlinhos, que también acaba de producir el nuevo disco de Timbalada, Matumba Bless.
Arnaldo en coros, Marisa en voz y guitarra y Carlinhos en percusión. Así fue como aparecieron los Tribalistas para cerrar la entrega de los Grammy Latinos, cantando “Ja sei namorar”, el tema que gran parte de Europa continental está consumiendo del mismo modo que otras temporadas fueron testigo de la explosión de “Aserejé” o “Macarena”. “No soy de nadie, soy de todo el mundo y todo el mundo me quiere bien”, asegura la letra de un tema que, según ha celebrado el periodismo, en Brasil es cantado a voz en cuello por las chicas bailando solas en las discotecas. “De a poco se ha ido afirmando una nueva tradición en la MPB, a contramano de las Amelias y Elzas que de día lavaban la ropa y de noche besaban en la boca a sus Ataulfos y Lupicinios machistas”, escribió el verano pasado Joaquim Ferreira Dos Santos en su columna de un periódico de San Pablo. “Mirándola a la distancia, es una canción que me parece una declaración de liberación para amar, pero tanto para los hombres como para las mujeres”, calcula Carlinhos. “Pero si esa declaración viene de boca de las mujeres, tanto mejor. Después de todos, aprendemos mucho de ellas. Pero, por otra parte, me parece que las meninas ya están bastante liberadas”, apunta, y lanza una carcajada.
El fenomenal suceso de Tribalistas en Brasil ha motivado todo tipo de reacciones. Por un lado, fue noticia un particular que enjuició a la producción del grupo y a su discográfica por no haber podido escuchar el compact en el equipo de su auto, a causa de la tecnología especial contra la piratería. Según informó la semana pasada el diario O Estado do Sao Paulo, el pleito ha sido ganado en primera instancia y el particular deberá ser indemnizado con 1000 reales y un CD nuevo. Pero el fallo fue recusado. Por otro lado, tanto éxito despertó también críticas y hasta tomadas de pelo, como la que realiza un site de Internet que presenta un irónico generador de letras tribalistas (http://mundoperfeito. terra.com.br/geraletra.asp). “Me parece buenísimo”, dice Carlinhos. “Porque todo lo que llegue a inspirar una reacción de ese tipo es algo que se puede considerar, por lo mínimo, como curioso.” Otra novedad es el anuncio de que el próximo disco de Rita Lee incluirá un tema inédito firmado por los Tribalistas, llamado “Já te falei”.
¿Todo este éxito no animará a los músicos a intentar asociarse entre sí con la misma libertad con la que se asociaron ellos para hacer su disco? “La música popular es propicia a este tipo de encuentros y de creaciones conjuntas, es un territorio donde estas cosas suceden naturalmente”, responde Antunes. “Es algo muy natural para nosotros, la historia de la música brasilera tiene toda una tradición de discos hechos en conjunto. Por artistas con carreras individuales que se reúnen para hacer un disco o para un show en vivo. Y es maravilloso que sea así, porque creo que éste es uno de los pocos lenguajes que propician la creación colectiva. Es algo más raro en las artes plásticas o la literatura. Yo creo que es porque la música es un arte que aproxima a la gente.”