EL MUNDO › CARLOS MESA, PRESIDENTE BOLIVIANO “DE TRANSICION”, SE PLANTEA QUEDARSE HASTA 2007
¿Elecciones? ¿Quién habló de eso?
Variando sus promesas iniciales de llamar a elecciones anticipadas y Asamblea Constituyente, Carlos Mesa, el presidente boliviano que asumió en reemplazo del renunciante Gonzalo Sánchez de Lozada, reveló ayer que planea completar el mandato original de este último, que vence en el 2007.
Por Mercedes López San Miguel
La transición que dice encarnar el nuevo mandatario boliviano, Carlos Mesa, se está enrareciendo, y hasta es posible dudar si habrá tal transición. En la medianoche del viernes pasado (cuando asumió) y en los días sucesivos, Mesa se apartó de las figuras partidarias formando un gabinete independiente, a la vez que recibió una tregua de parte de los dirigentes campesinos y sindicales, que cesaron las movilizaciones. Pero ayer, el diario brasileño Folha de Sao Paulo publicó declaraciones de Mesa refiriéndose a que estaba contemplando terminar el mandato que dejó Gonzalo Sánchez de Lozada, hasta el 2007. Entonces, las elecciones anticipadas que mencionó en su plan de gobierno (de transición) y el llamado a Asamblea Constituyente aparecen en una nebulosa.
Mesa dijo en declaraciones a Folha desde La Paz que “un mandato explícito del Congreso, constitucional, hasta el 6 de agosto de 2007 es la base sobre la cual estoy trabajando”. Cuando tomó el mando de un país desbordado por demandas sociales, Mesa llamó al Congreso a que discuta la temporalidad de su mandato, esto es, si sigue hasta el final de la gestión, como contempla la Constitución, o se decide recortarla y convocar a nuevas elecciones –en las que Mesa no podría candidatearse enseguida, porque la Constitución boliviana se lo impediría–. Carlos Toranzo, analista político de ese país, explicó a Página/12 que precisamente “esa primera declaración sirve de marco difuso de las diferencias discursivas, no hay un discurso acabado del presidente: aún no lo tiene claro”. Advirtió que “Mesa debe llevar el debate sobre la ley de hidrocarburos y, al mismo tiempo, sobre dos figuras no contempladas en la Constitución: el referéndum vinculante y la Asamblea Constituyente. Me pregunto cómo las materializará”.
En el Congreso boliviano hay una ley de reforma de la Constitución –que el gobierno de Lozada no tocó– a través de la cual podrían contemplarse el referendo sobre el gas y la Asamblea Constituyente. Acerca de qué beneficiaría más a Bolivia, si anticipar o no los comicios, el analista es excluyente: “Es mejor llamar a elecciones. Veo a un gobierno sin partidos políticos, así, débil, y aunque pueda tener más apoyo social también podría estar más sometido a exigencias. Hay una condición inédita de gobernar sin Congreso: Mesa está cercado entre la ausencia de apoyo mayoritario, los conflictos regionales y la propia dinámica social; sin olvidar al empresariado, que espera que se concrete la exportación del gas”.
Mesa, en entrevista con la agencia de noticias EFE, y dirigiéndose casi puntualmente a un posible interlocutor indígena, señaló ayer que “la coyuntura que vive Bolivia debería conducir a que esta nación tenga un presidente indígena, con un gabinete multiétnico en convivencia con la clase política tradicional”. Dijo que la posible subida al poder del diputado socialista y líder de los cocaleros, Evo Morales, “depende del contexto, del resultado electoral... Aquí hay un condicionante que se llama Asamblea Constituyente”, cuya convocatoria “puede generar un nuevo escenario en el contexto democrático de Bolivia y en sus mecanismos de voto”, subrayó. Consciente de sus límites, Mesa señaló que “si el Parlamento me deja huérfano, hay grandes posibilidades de que la presión de sectores, que a veces son radicales, tenga mucha influencia sobre el gobierno, lo que no debería suceder”, dijo el presidente boliviano.
Las circunstancias se le presentan arduas. Mesa enfrentaba ayer la resistencia de organizaciones cívicas de los departamentos de Tarija (sur), Beni (nordeste) y Santa Cruz (este), opuestas al nombramiento “unilateral e inconsulto” de gobernadores locales. En Tarija, región que concentra el 85 por ciento de las reservas de gas del país, sus habitantes ya se han manifestado esta semana contrarios al llamado a referéndum sobre la exportación de gas a través de Chile. En el Chapare (centro), donde existen entre 7 y 10 mil hectáreas de cultivos ilegales de coca, ayer un soldado resultó muerto. Un artefacto casero estalló cuando un grupo de jóvenes que presta el servicio militar obligatorio realizaba tareas de erradicación de coca ilegal en esa región. Y el ex presidente, líder del Movimiento de la Izquierda Revolucionaria (MIR), Jaime Paz Zamora, advirtió ayer que si los campesinos del Movimiento Sin Tierra (MST) intentan ocupar su casa en el sureño Tarija, “los van a sacar a patadas”.