ESPECTáCULOS
La historia de un grande, que fue de Shakespeare a Marilyn Monroe
El British Arts Centre ofrece desde hoy hasta fines de mayo un ciclo gratuito de películas del gran actor inglés Sir Laurence Olivier.
Las últimas líneas del cuento de Jorge Luis Borges “Everything and Nothing” dicen: “La historia agrega que, antes o después de morir, se puso frente a Dios y le dijo: ‘Yo, que tantos hombres he sido en vano, quiero ser uno y yo’. La voz de Dios le contestó desde un torbellino: ‘Yo tampoco soy; yo soñé el mundo como tú soñaste tu obra, mi Shakespeare, y entre las formas de mi sueño estás tú, que como yo eres muchos y nadie’”. Estas palabras podrían haber sido dichas también por Laurence Olivier, el intérprete de Shakespeare por excelencia, que, como todos los grandes actores, murió atravesado por cientos de espadas, enamoró doncellas, derramó sangre en batallas imaginarias y compartió las dichas y las tristezas de sus personajes. A partir de hoy y hasta fines de mayo, todos los martes –a las 17, 19 y 21, con entrada gratuita–, el British Arts Centre (Suipacha 1333) le rendirá homenaje a Olivier, revisando sus principales films como actor y director, entre los que se cuentan sus versiones definitivas de Shakespeare, pero también títulos que, desde la comedia hasta el thriller, dan cuenta de la versatilidad de este talento excepcional.
Laurence Olivier (1907–1989) nació en Dorking, Surrey, y ya a los nueve años hizo su primera aparición en el escenario representando, por supuesto, una obra de Shakespeare. Su debut profesional tuvo lugar en Letchworth en 1925; entre los años 1926 y 1928 formó parte de la Compañía de Repertorio de Birmingham y, posteriormente, fue miembro de la Compañía del Old Vic. En el teatro, Olivier representó una variedad heterogénea de papeles en todos los géneros, desde la tragedia griega hasta la comedia de la Restauración, así como obras contemporáneas. El obligado paso por Hollywood no estuvo ausente en su carrera. Greta Garbo no lo encontró a su gusto y, en 1933, lo rechazó como galán en Reina Cristina. Pero William Wyler lo convirtió en el héroe tenebroso de Cumbres borrascosas, junto a Merle Oberon, en 1939.
A partir de ese momento, Olivier continuó su carrera de actor de cine con títulos tan importantes como Rebecca (1940), Paralelo 49 (1941) y Lady Hamilton (1941), hasta que en 1944 debutó en la doble actividad de actor y director (y a veces también productor) con Henry V, la que le valió un premio especial de la Academia de Hollywood. A éste le siguieron otros clásicos: Hamlet (1948) y Ricardo III (1954). También fue actor y director en El príncipe y la corista (1957), junto a la inolvidable Marilyn Monroe. Sin dejar jamás de lado su primera pasión por el teatro, Sir Laurence Olivier supo ofrecerle al cine interpretaciones memorables, como las de Imprevisto pasional (1960), Sleuth (1972) y Maratón de la muerte (1976), que como lo prueban las exhibiciones de este ciclo, dan testimonio de su prodigiosa amplitud de su registro.
El ciclo del BAC se inicia hoy con Cumbres borrascosas y sigue el martes 26 con Rebeca, una mujer inolvidable, de Alfred Hitchcock, en su primera incursión en Hollywood. El 2 de abril va Paralelo 49, un film injustamente olvidado en la filmografía de Olivier, pero que en su compromiso con la causa aliada anticipa el clásico Enrique V, una versión de Shakespeare imbuida de espíritu patriótico en plena Segunda Guerra Mundial y que el BAC exhibirá el martes 9 de abril. A partir de entonces, el ciclo continúa con sus versiones canónicas de Hamlet y Ricardo III, con La ópera del mendigo (1953), bajo la dirección de Peter Brook, El príncipe y la corista, sobre la obra de Terence Rattiggan, Imprevisto pasional, basado en la pieza de John Osborne Juego macabro, donde Olivier se bate a duelo con Michael Caine, y Maratón de la muerte, donde compone a un nazi siniestro, que utiliza de manera muy particular sus conocimientos de odontología.