ESPECTáCULOS › AUTOCONVOCADOS POR EL TANGO Y TANGO PROTESTA
Un piquete y una quebrada
Músicos, bailarines y actores integran estas agrupaciones, que se organizan alrededor del 2 x 4 con una búsqueda centrada en lo social.
Por Karina Micheletto
Tango Protesta y Autoconvocados por el Tango son dos nombres de agrupaciones que ofrecen bastantes pistas sobre las intenciones de sus integrantes. Con algunas diferencias en cuanto al sentido político de sus acciones, en los dos casos hay gente que se junta y se organiza alrededor del tango, dotándolo de un sentido social y planteándose algunos objetivos que trascienden lo artístico. Aunque desconocían sus mutuas existencias, el Festival de Tango los reunió en su programación. Hoy y mañana a las 20.30, en el Centro Cultural Recoleta (Junín 1930) el grupo Tango Protesta presentará Postales callejeras, un espectáculo que hace hincapié en la danza y la actuación, con una banda de sonido original, presentado como una “creación colectiva de tango protesta”. Mañana a las 20 en el Centro Cultural Grissicultura (Charlone 55) será el turno del espectáculo organizado por la agrupación Autoconvocados por el Tango, formada por músicos, bailarines, compositores y coreógrafos del género.
Tango Protesta está formado por dos actrices (Marina Svartzman y Claudia Sánchez) y cuatro bailarines (José Garófalo, Paula Ferrio, Pedro Benavente y Verónica Litvak), que con experiencias previas muy distintas confluyeron en el gusto por el tango. El objetivo de su creación, explican, es “recobrar el sentido popular del tango, como vehículo para apoyar las protestas sociales y los objetivos solidarios”. Al igual que Autoconvocados... suelen realizar presentaciones en distintas organizaciones sociales y fábricas recuperadas.
“Queremos mostrar que se puede hacer tango sin que la etiqueta de lo pasional sea lo preponderante”, dicen. En lugar de eso, plasman diferentes situaciones urbanas en las Postales callejeras que presentan: Tango piquete, Bar Billares, que incluye el sonido ambiente editado de diferentes billares de bares de Buenos Aires; Bailarina, que refleja el estrés de una oficinista que por las noches se desahoga en la milonga; El ring, sobre una pareja de tango que se pone a bailar por primera vez y termina a las trompadas. También hay segmentos en los que se destacan toques de humor, cuando eligen parodiar las trilladas exhibiciones de tango for export y lo que pasa cuando las parejas vuelven triunfadoras de sus giras por Europa.
“La metodología de trabajo se basa en la experimentación y la creación colectiva. De hecho, el rol del director es rotativo, según las necesidades de cada puesta. Y los diseñadores de sonido e iluminación participan tanto como nosotros en la gestación de las escenas”, cuentan.
A diferencia de la programación del festival, que es gratuita, este espectáculo tiene una entrada de 10 pesos y 7 para estudiantes y jubilados, ya que es organizado por la milonga Porteño y Bailarín.
Autoconvocados... está conformado por músicos, cantantes, compositores, bailarines, coreógrafos y periodistas de tango. Además de Patricia Barone y Javier González, integrantes de Autoconvocados..., mañana estarán en Grissicultura 34 Puñaladas, Fina Concurrencia y los bailarines Mariano Pedernera y Mariana Saita, que habitualmente actúan en el centro cultural. Las letras que interpretan Barone y González pertenecen en su gran mayoría a autores actuales, con música de González. Entre los temas que incluirán en su próximo disco hay una milonga inspirada en el casamiento de la hija de Domingo Cavallo, Casorio al huevo, y un tango que narra la historia de una cacerola que tuvo que salir de la cocina a cumplir otra función, Vientos del futuro.
A pesar de que tuvo un comienzo signado por el enfrentamiento con el Festival de Tango (llegó a hacer un piquete cultural frente a la Casa de la Cultura para reclamar una programación más amplia, que los incluyera), Autoconvocados por el Tango logró incorporarse a la grilla oficial hace un par de años. Por ahora, sus reivindicaciones se limitan a cuestiones que tienen que ver con una mejor distribución de las políticas culturales y de los fondos estatales: lugar para todos en las programaciones oficiales, cambio en los contratos de los artistas, derogación del decreto 601/02, que exigía los antecedentes penales para trabajar en la Secretaría de Cultura de la Nación. Lo que plantean, como crítica al Festival de Tango, es que faltan más espacios en fábricas recuperadas y centros culturales barriales. “No tendría que estar todo tan enfocado hacia los turistas. Ellos pueden pagar espectáculos comerciales de tango. El festival también debería ser accesible para la gente que no tiene plata para ir hasta el centro”, puntualiza González.