ESPECTáCULOS › LAURA CANOURA SE PRESENTA ESTA NOCHE Y MAÑANA
“Prefiero ser intérprete”
Por C. V.
Cuando Laura Canoura identifica a sus colegas compositoras, no explicita distinciones cualitativas. Señala a Shakira, Alanis Morissette, Bjork y Andrea Echeverri, todas en un mismo nivel. El detalle, que aparece promediando la entrevista con Página/12, revela un perfil flexible y desprejuiciado: desde que debutó con el grupo Rumbo en el Uruguay dictatorial de 1979 hasta hoy, su carrera está cruzada por proyectos disímiles y encontrados, sin ninguna contradicción interna. “Cuando cantaba jingles, me hacían pintadas en las paredes tipo: ‘Laura te vendiste’... pero a mí no me importa. Si la canción es buena y justifica que yo la cante, no importa lo demás.” La respuesta sobrevino a una pregunta: ¿por qué ella, considerada parte importante de una nueva generación de la música popular uruguaya en términos generales, había aceptado alguna vez integrar un compilado junto a Christian Castro, Alejandro Sanz y Miguel Bosé? “Me pareció divertido. Así como participé de Marinero en Tierra, el disco homenaje a Neruda, también intervine en ese compilado. Los que me pintaron eso hace 15 años lamentan que nunca les haya pasado a ellos.” La última vez que Canoura cantó en Buenos Aires (diciembre de 2003) fue para presentar su último disco Bolero, en una coyuntura accidentada: una disfonía –producto de un aire acondicionado de avión– le impidió aquella vez mostrar su voz en plenitud. Por eso toma sus shows de hoy y mañana, en el Bar Tuñón, como una revancha. “Es una gran oportunidad para vengarme”, se entusiasma.
–¿Cómo seduce al público?
–Tengo una ventaja: hablo mucho arriba del escenario. Hay seis o siete canciones nuevas que, como sucede siempre, están en desventaja respecto de otras porque mucha gente no las conoce. Por lo tanto, me tomo el tiempo necesario para contar de qué tratan, por qué las escribí... antes de cantarlas: la gente hace como un “coloque” de lo que va escuchar y le entra a las canciones de otra manera. Siempre es muy difícil escuchar una canción de primera oída.
El motivo de esta visita es la edición del compilado 25, que refleja esas dos décadas y media en la música uruguaya: Canoura confluyó con Jaime Roos, quien le produjo sus dos primeros discos solista en 1987 y 1991; con Hugo Fattoruso grabó el disco Locas pasiones en 1994, y hasta fue voz solista de la Orquesta Filarmónica de Montevideo. “Soy bien ecléctica... como buena montevideana chupo de todos lados, y a la hora de componer me vienen cosas muy raras. A base de riesgos, he logrado una comunión de públicos. ¿Acaso el Río de la Plata no es un pueblo hecho de colores, olores y sonidos diferentes?”, pregunta.
–¿Con qué artista argentina se identifica?
–Tengo parentescos de búsqueda con Liliana Herrero. Hay zonas en que nos juntamos. Ella tiene colores en la voz que podrían aparecer como antivalores para los ortodoxos de la música. Antivalores que son los que a mí me gustan.
–Durante gran parte de su carrera se dedicó a la interpretación y sólo en los últimos años se animó a componer. ¿Le costó encarar su nueva faceta?
–Aún siento que soy bastante achicada como autora, que soy muy nueva. Yo diría que me siento como una intérprete hasta de mis propias canciones.