ESPECTáCULOS › RONNIE ARIAS Y DOLORES BARREIRO, EN “CONECTA2”
Entre la bella y la loca
“Es imposible pedirme que no sea frívolo”, dice Ronnie Arias sobre su perfil en el magazine que se larga hoy por Canal 13. Habrá recorridos internacionales y un poco de información.
Por Emanuel Respighi
A Ronnie Arias se lo nota más entusiasmado que de costumbre, lo cual no es poco, dada la energía considerable con la que siempre encara sus proyectos. El pelado cuenta que hace varios días que no para de trabajar ni un segundo y que está cansado, pero a simple vista no lo pareciera: en la entrevista con Página/12 se mueve con el inconfundible histrionismo con el que se maneja en cada una de sus excursiones mediáticas. Su vigor tiene una explicación: esta tarde regresa a la tele con Conecta2 (sábados a las 19, por el 13), un magazine periodístico que conducirá junto a la modelo Dolores Barreiro. Una dupla bien combinada, ideal para un programa que recorrerá el mundo mostrando fiestas, celebraciones y entrevistas a figuras nacionales e internacionales. “Conecta2 es un megashow divertido, pero con una pata periodística. En comparación con lo que era Kaos en la ciudad, va a ser un show más rosa”, explica Arias.
Producido por Endemol Argentina (Gran hermano, Historias de sexo de gente común), Conecta2 se presenta como un “magazine internacional”, que le devolverá a la TV argentina los viajes al exterior, después de un tiempo en el que los city tours se habían limitado al territorio argentino. “Vamos a mostrar el exterior desde otro lugar. Al no ser periodistas, basamos los informes en nuestras curiosidades. Preferimos mostrar más la idiosincrasia de otras culturas que las ciudades. Y eso está bueno”, apunta Arias, que con este programa vuelve a la conducción después de su fugaz paso por Mentime que me gusta.
En compañía de la ex conductora de El rayo (“Es muy difícil tener a alguien tan hermosa al lado y no querer serlo también”), Arias detalla que Conecta2 tendrá una identidad propia, que en nada se asemeja a programas como Versus o el mismo El rayo. De hecho, la modelo saldrá a la calle a cubrir eventos como notera. “Lo de notear –dice Arias– es un mundo nuevo para Dolores. Y la verdad es que está muy bien. Te digo que, por momentos, se va a ver una Dolores que es más graciosa que yo.” La ex “loca mala” de Kaos... admite que encontró en la Barreiro a una par. “Dolores –cuenta– me decía que no quería ser mala. Pero suelta la lengua y no para. Para llegar a donde llegó ella como modelo sólo tenés que saber sobrevivir. Hay que verla a la niña yendo con argentinos al Queens a ver cómo viven o metiéndose en el Bronx a constatar si es tan peligroso como dicen.”
–Y usted, ¿seguirá haciendo el personaje de “la loca”?
–La loca está un tono más abajo, porque el programa así lo requiere. En Kaos... mi personaje tenía una impunidad absoluta. Era la verdad cruda, in your face... Hoy por hoy, creo que la gente sufrió mucho. Quiere seguir viendo lo que pasa, pero quiere tener esperanza también. El personaje tenía que mostrar otra cosa. No quiero ser tan guarro. Aun cuando el “conchuda” va a estar presente.
–¿El cambio obedece a una necesidad personal o porque sintió que el personaje se había terminado?
–Yo sé que puedo hacer Minguito o Sandrini toda la vida, en el sentido de que el personaje de la loca disparatada podía sobrevivir tranquilo. Pero sentía que el personaje tenía que crecer. En realidad, lo que hago es encontrar el equilibrio. Porque en Kaos... mi función era hacer reír permanentemente, para pivotear con las notas emotivas y fuertes de Juan. Acá, la idea es recuperar todo el material mío que en Kaos... iba a parar al tacho de la isla de edición. Es un trabajo menos quemante: tener que traer siete minutos de un chiste tras otro requería de un trabajo muy intenso.
–O sea que ésta es, de alguna manera, una loca más concientizada...
–La de Conecta2 es una loca más concientizada. La de Kaos... era una loca más concientizante, sólo mandaba fruta y se cagaba en todo. Ahora la loca pasa a ser un personaje más dentro del show. Era un poco lo que buscaba. Pero la gente no se encontrará con un Ronnie desconocido. En el programa estará la “loca arriba”, subida a un palo enjabonado con 150 chongos, pero también estará la “loca concientizada”. Se va a ver una loca acoplada a la familia de Los Simpsons, donde todo es para arriba, pero que en un momento baja. El tono del programa va a ser de fiesta, pero como en Los Simpsons: al final, se deja de lado la ironía y se pone más serio.
–¿Qué cosas va a cubrir el alter ego de la “loca malvada”?
–No voy a hacer reír solamente. Por ejemplo, en el primer envío se va a ver una cobertura en Nueva York del aniversario por los atentados del 11 de septiembre de 2001. No puedo joder con los familiares de las víctimas: ahí se va a ver a otro Ronnie. Aun cuando yo no sufro como Juan (Castro) con lo que le ocurre a la gente, me voy a involucrar desde lo periodístico. Aunque no desde lo sentimental. Pero también estará la loca malvada y zarpada que todo conocen. Hay una sección, por ejemplo, que se llama “En tu lugar favorito”, en el que entrevisto a taxistas de todo el mundo y les pido que me muestran el lugar favorito de la ciudad. Y a ellos sí les pregunto si se lo quisieron garchar y todas esas cosas que le interesan a la loca histórica.
–¿Cómo reciben a “la loca” en otras culturas, como España o EE.UU.?
–Es un personaje que funciona solo, sin importar el contexto. El personaje, hasta ahora, funciona en inglés y en español. Vamos a ver cómo funciona en Alemania, que es el próximo viaje. Pero por el momento es un personaje multicultural: la loca existe en todo el mundo. La gente se ríe aun cuando le digo cosas horribles o los trato de maricones. Como voy desde la risa, la gente entiende el código directamente. Funciona en cualquier idioma.
–Va a conducir un ciclo con una modelo top, con viajes internacionales y entrevistas a celebrities. ¿Van a insistir con el glamour? ¿Eso no pasó, ya?
–En un principio se iba a llamar Glam, pero después decidimos cambiarlo porque nos dimos cuenta de que tenía mucho más que glam, que contaba otras cosas. Como a mí me gusta trabajar a la americana (conocerte con la persona con la que vas a laburar), y yo a Dolores todavía no le había tocado el culo, nos juntamos a cenar en casa para ver cómo nos llevábamos. Y en la química que se armó entre nosotros nos dimos cuenta de que el programa daba para hacer algo más periodístico.
–Pero no va a perder su cuota de frivolidad...
–Es Dolores Barreiro y Ronnie Arias: nunca va a dejar de ser frívolo. Yo ya era frívolo en la cárcel, en el medio de asesinos, más lo seré ahora... Es imposible que no sea frívolo. Está bueno que uno se pueda reír de determinados temas. Y la loca no tiene la pretensión, como sí la tienen muchos pseudoperiodistas, de educar desde la TV. Por suerte, sólo quiere divertirse y, a lo sumo, informar.