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La música y la memoria, un dúo con buenas partituras
En el mes aniversario de las Abuelas de Plaza de Mayo, el ciclo Música por la Identidad busca defender sus valores.
Por K. M.
Octubre es el mes aniversario de las Abuelas de Plaza de Mayo. Como forma de celebrarlo, además de un emotivo acto que tuvo lugar antenoche en La Trastienda, con la presencia de Liliana Herrero, Pedro Aznar y La Banda de la Risa, entre muchos otros artistas, las Abuelas iniciaron un nuevo ciclo de Música por la Identidad, que comenzó ayer y continúa hoy en veinte bares de la ciudad, siempre con entrada gratuita.
El ciclo, organizado por Abuelas, la Cámara de Espacios de Música en Vivo y la Secretaría de Cultura de la ciudad, ofrece una segunda edición de una experiencia que comenzó a principios de este año. La programación artística reúne a más de treinta músicos que marcan los caminos actuales en tango, folklore, pop, rock y jazz. Entre la grilla de esta noche, el tango estará representado, entre otros, por Alfredo Piro, el Trío Piazzolla, Alfredo Tape Rubín y las guitarras de Puente Alsina y María José Demare, la más rollinga de las cantantes de tango, también autora de nuevas letras en el género. En el folklore hay jóvenes y talentosos compositores como Juan Quintero y Topo Encinar, y otros que tienen más años en la música, el tilcareño Tukuta Gordillo. Marilina Ross y el trío de jazz que conforman Ernesto Snajer, Guido Martínez y Facundo Guevara son otras de las opciones de esta noche.
Más allá de la importancia artística de este evento, las Abuelas tienen bien en claro el sentido de ciclos como este, antecedido por otras experiencias exitosas como Teatro o Danza por la Identidad. “Estos conciertos gratuitos reúnen a muchos jóvenes que no sólo vienen a escuchar música, también quieren escuchar el mensaje de las Abuelas. Y lo que nosotras les decimos a los que dudan sobre su identidad es que los estamos esperando, que tenemos el corazón y los brazos abiertos”, asume Estela de Carlotto, presidenta de Abuelas. Además de una estrategia de acercamiento a los posibles nietos, las Abuelas entienden este ciclo como otra de las vías posibles de concientización social. “A estas propuestas no sólo responden los jóvenes. A veces vienen personas mayores que por ahí dicen, ‘caramba, yo sé algo y nunca lo dije’, o se les abren otras lecturas que trascienden el ‘a mí no me tocó’. Hay un aporte al crecimiento de la sociedad en la defensa a los derechos humanos”, subraya Carlotto.
Carlotto relata que las experiencias de estos ciclos artísticos –sobre todo Teatro por la Identidad, el más antiguo– siempre dieron como resultado la presentación espontánea de una gran cantidad de jóvenes que, al menos, encontraron respuesta a sus preguntas: ¿qué puedo hacer?, ¿dónde puedo ir?, ¿con quién puedo hablar? La Secretaría de Cultura porteña, por su parte, destacó que impulsa este ciclo para reafirmar su compromiso por los derechos humanos y porque cree que la música es “un inmejorable vehículo para instalar en la conciencia colectiva la importancia de la memoria y la identidad en nuestra cultura”. “Los shows responden a nuestra decisión de promover valores estéticos y éticos pero, sobre todo, de seguir reflexionando y actuando sobre los temas pendientes de nuestra historia”, señaló el secretario de Cultura de la ciudad, Gustavo López. “Partimos de la idea de que cultura e identidad son parte de una misma construcción.”