ESPECTáCULOS › LAS MEJORES OFERTAS DEL CICLO “LO NUEVO DE LO NUEVO”
Entre la tele y el balneario
Los documentales de Mariano Llinás y Andrés Di Tella tienen en común un planteo original, de enfrentamiento con los temas que abordan.
Por Martín Pérez
Son dos films personales, de diferente manera. Pero los une el hecho de formar un extraño dúo de documentales caprichosos y rebeldes, enfrentados al objeto a documentar. De esta manera es como tanto Balnearios como La televisión y yo se separan del resto de los largos presentados en la sección “Lo nuevo de lo nuevo”, en la que el festival porteño se abre explícitamente al nuevo cine argentino. Y que en esta edición, a la par del resto del festival, también se abre a un género postergado –al menos dentro de la exhibición– como el documental.
“Cuando hablamos de documentales, por supuesto, no nos referimos a los reportajes que ocupan horas de la programación de TV, sino a aquellos que no tienen una jerarquía cinematográfica inferior a las mejores obras de ficción”, se puede leer en el catálogo oficial de la muestra. “Son fruto de la confrontación de un director con su material”, continúa el texto que justifica el aumento de la proporción de documentales dentro del ciclo de cine argentino. Pero semejante frase también permite explicar las singularidades de los films de Mariano Llinás y Andrés Di Tella. El de Llinás –Balnearios-., recorriendo profunda y socarronamente el tema que lo ocupa; el de Di Tella .-La televisión...–, ensayando alrededor de la ausencia de un tema a partir de la memoria personal.
“Mi película surge a partir de mi fascinación con el género de las memorias, algo que antes sólo podía escribir una persona grande, vieja y famosa, pero que ahora cualquiera puede hacer”, explica Di Tella, con algo de ironía. “Y a través de eso poder hablar de la sociedad, pero siempre a partir de lo personal antes que de lo general. Porque en una de las cosas que yo más creo es en la experiencia personal”, dice el realizador, cuya experiencia personal efectivamente atraviesa un film en el que su historia íntima dialoga con los recuerdos y los hechos alrededor de la TV argentina. A partir de retazos documentales, Di Tella teje sus confesiones familiares junto a las de los comienzos de la TV local. Política e historia confluyen al hablar del fracaso de un modelo de país, una inquietud que le permite a Di Tella preguntarle a su padre qué se hizo del imperio Siam–Di Tella, obra de su abuelo. “Hay un riesgo en la exposición personal, un riesgo que decidí aceptar. Para ser legítimo tenía que exponerme en lugar de intentar hacerme el piola”, explica Di Tella, que tardó cuatro años en terminar el film y descubrió recién al terminarlo que en el centro del mismo quedó la charla de un padre con su hijo.
El trabajo de Llinás, en tanto, recorre el tema elegido con ironía, distancia y mucho costumbrismo. Separado en varios capítulos, el trabajo alcanza su apoteosis en el tramo dedicado a recorrer casi arqueológicamente las costumbres del veraneante en las playas bonaerenses. Primero alumno y luego docente de la Universidad del Cine, Llinás termina logrando un trabajo que recuerda los monólogos para Les Luthiers escritos por Fontanarrosa, con aires de una melancolía por momentos ajena. “A mí me gustaría que sobre esos recuerdos se pueda ver un aire fellinesco”, arriesga Llinás, que dice que no le gustaría que su película parezca solamente una piolada. “Lo que la guía es el cariño y el enamoramiento por las cosas”, asegura.
(Balnearios se exhibe hoy a las 20 en el Lorca. La Televisión y yo, hoy a las 15.45 en el Abasto 12, y mañana a las 16.15 en el Lorca.)