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Podría pensarse que el tango y la Virgen son dos formas de culto nacional, pero allí terminan las coincidencias. Pocas cosas más apasionantes que confrontar ambas religiones, y esa es la posibilidad que brindan Por la vuelta y Ciudad de María, otros documentales que, en “Lo nuevo de lo nuevo”, marcan la actualidad del género en la Argentina. Como en el caso de Di Tella y Llinás, no se trata aquí de registrar el amplio fenómeno social, sino un personaje o un hecho puntual y aparentemente periférico. En esa voluntad, estos documentales entroncan con las corrientes más nuevas del realismo, menos preocupadas por lo grande que por lo pequeño. El bandoneonista Leopoldo Federico, uno de los últimos sobrevivientes de los tiempos de oro, es objeto de estudio de Cristian Pauls en Por la vuelta. En su primera incursión en el género, el realizador de Sinfín –hoy en preparación de Nocturno, su nuevo film de ficción– se acerca a Federico con la intención de “ver las cosas antes de que desaparezcan”. Lo hace en primera persona, incluyéndose de cuerpo presente y a través del relato–off, planteándose preguntas y reflexiones mientras persigue la elusiva figura del bandoneonista.
También son estrictamente personales los motivos que llevaron a Enrique Bellande, realizador de Ciudad de María, a investigar las presuntas apariciones de la Virgen ante Gladys Motta, vecina de San Nicolás. Natural del lugar, Bellande presenció el nacimiento y expansión del fenómeno. “Como muchos nicoleños, yo me sentía totalmente ajeno al asunto”, dice a Página/12. “Lo único que sabía es que la ciudad comenzó a llenarse de colectivos y gente.” Difícilmente el fenómeno pasara inadvertido: para cualquier comunidad, recibir una vez por mes un número de visitantes que triplica al de sus residentes provoca consecuencias. Una de ellas permite a Bellande articular uno de los ejes de Ciudad de María: el fabuloso estallido de su economía, hundida tras el cierre de Somisa y -gracias al aporte de los peregrinos– floreciente desde el momento en que la Virgen se “presentó” por primera vez. Minucioso y nada ingenuo, Bellande muestra qué clase de beneficios y beneficiarios deja el fenómeno. Empezando por la iglesia, obviamente. ¿Milagro o patraña? Ciudad de María tiene la virtud de no contestar la pregunta: la deja flotando.
Las preguntas de Pauls en Por la vuelta son de índole más íntima: ¿Por qué la noche en que escuchó por primera vez el bandoneón de Leopoldo Federico sintió que ese sonido lo tocaba a él? ¿Cómo es que aquellos viejos tangueros, de quienes Federico es uno de los últimos mohicanos, se cruzan con su propia historia? ¿En qué medida esos recuerdos son los suyos y cuánto tiene que ver el legado de su padre? En busca de respuestas que jamás hallará, Pauls investiga fotos, libros, partituras y a Leopoldo Federico. En medio del documental, el músico se enferma gravemente, obligando al cineasta a buscarlo donde ya no está: en esas calles en las que el tango fue dueño y señor. Pero el documental se llama Por la vuelta, y el tango que trae de vuelta a Federico, gracias a los bandoneones hermanados de Troilo y Piazzolla es, obviamente, “Volver”.
Ciudad de María será reprogramada en los próximos días. Por la vuelta se exhibirá por última vez hoy a las 22.30, en el cine Lorca.