ECONOMíA › LA CITY APUNTO CONTRA EL CONGRESO POR LA CAIDA DEL PLAN BONEX
Cotizó en alza la incertidumbre
Los banqueros pronostican lo peor si no se resuelve el drenaje del corralito. En el Banco Central reinó la confusión, adelantando renuncias si se fija el tipo de cambio.
Por Claudio Zlotnik
La noticia de la renuncia de Jorge Remes Lenicov sacudió a la city. En medio de un feriado bancario por tiempo indeterminado y sin noticias del nuevo equipo económico y mucho menos de su estrategia, los financistas cargaron duro contra el Gobierno y previnieron que se vendrán momentos todavía más complicados para la economía. Un panorama similar advirtieron en el Banco Central, en cuyo directorio no descartaron renuncias en el caso de que el Ejecutivo congele el tipo de cambio, algo que anoche aparecía como muy probable.
Hacia el final de la tarde, Mario Blejer, presidente del BCRA, convocó a una reunión de directores. Mientras en Olivos avanzaban las negociaciones entre Eduardo Duhalde, gobernadores y legisladores, Blejer y el resto del directorio analizaron los escenarios económicos probables tras la salida de Remes Lenicov. Si bien todavía no había precisiones sobre lo que vendrá, la preocupación máxima era encontrar la manera de levantar el feriado bancario. En la cúpula del Central quieren que los bancos reabran pasado mañana, tal como se dispuso en un primer momento. Pero, al mismo tiempo, advirtieron que esa posibilidad sería en vano si antes no se encontraba la forma de parar el drenaje de fondos del corralito.
El Plan Bonex 2002, que ayer fue bochado en el Parlamento desencadenando la mayor crisis del gobierno de Duhalde, había sido el elegido por los banqueros y el propio Remes para detener la fuga. Sin el canje de plazos fijos por bonos, los financistas quieren que el Gobierno les dé otra solución. De otra manera, y según señalaron tres banqueros que dialogaron con este diario, las entidades financieras están dispuestas a mantener las puertas cerradas, aun cuando el BC disponga lo contrario. El tema del feriado bancario fue abordado en el encuentro de directores del BCRA. Si los bancos abriesen sin tener seguridades sobre la fuga, habría dos posibilidades: otorgar auxilio financiero a las entidades (redescuentos), lo que incrementaría la presión inflacionaria, o bien dejar caer a los bancos que no respondan ante los recursos de amparo.
Tanto en los bancos como en el Central rechazan un tipo de cambio fijo. Creen que significa “patear hacia adelante” los problemas de la economía. Y, lo que sugieren es peor, torna inalcanzable el acuerdo con el Fondo Monetario. Una alta fuente de la entidad monetaria dijo a Página/12 que las negociaciones con el FMI iban camino a cerrarse dentro de un mes, al tiempo que ponderó la buena llegada de Remes a los popes del Fondo y al gobierno estadounidense. Según la fuente oficial, además de refinanciar los vencimientos de este año, la Argentina podría obtener fondos frescos de los organismos internacionales. “Es difícil que el FMI acepte un tipo de cambio fijo, aunque esta situación sea transitoria. En el mejor de los casos se continuará dilatando el acuerdo, y en el medio se potenciarán los problemas sociales”, manifestó el funcionario.
Divulgada la renuncia de Remes, en los bancos líderes no titubearon: responsabilizaron a los legisladores pero también culparon al Ejecutivo de introducir una mayor dosis de incertidumbre política y económica. “Los políticos no terminan de darse cuenta de la gravedad de la crisis y actúan pensando únicamente en ellos”, dijeron ofuscados en una entidad extranjera. El discurso anti-políticos devino en lugar común en los últimos tiempos entre los financistas, pero el agravamiento institucional enardeció aún más los ánimos. “Duhalde le da la razón a cada interlocutor con el que se encuentra. Todavía no eligió el camino”, sentenció un banquero dando cuenta de que para el establishment financiero no está para nada claro que a Duhalde le guste la ortodoxia económica.
Sin dar la prueba de amor de la ortodoxia, durante toda la jornada de ayer sobrevolaron fantasmas en la city. Concretamente, en algunos bancos extranjeros se preguntaban si sus respectivas casas matrices no ordenarían levantar campamento y desinvertir en la Argentina. Las llamadas telefónicas entre Buenos Aires y diversos puntos de Europa y los EstadosUnidos fueron abundantes a lo largo de la tarde. “Mis jefes europeos no entienden la crisis argentina. Se preguntan las razones por las cuales parece no existir soluciones”, reveló un ejecutivo a este diario. La posibilidad de que se repitieran casos como el del canadiense Scotiabank, que la semana pasada soltó la mano de su filial argentina, desencadenando la suspensión de ese banco por parte del Central, no era descartada por los banqueros. Hacia el final de la tarde, con las calles de la city vacías por el feriado bancario, aparecieron los fantasmas.