ESPECTáCULOS › UN ESPECIAL DE PEOPLE+ARTS SOBRE LA VIDA DEL MUSICO Y CINEASTA FITO PAEZ
“Por fortuna, yo sigo atado al niño que fui”
La señal estadounidense estrena mañana en toda Latinoamérica un especial que busca mostrar caminos que unen las vivencias personales del músico con su obra. El estreno del programa se concreta mientras aún late una importante polémica sobre su primer largo como director, “Vidas privadas”.
Por Emanuel Respighi
“Hay una imagen que nunca me la saqué de la cabeza. Vamos subiendo por la rampa, yo corro un poco el telón para ver el estadio, me agarro la cabeza y digo: ‘Dios me libre y me guarde. ¿Cómo llegué hasta acá? ¿Qué estoy haciendo acá? ¿Y qué hace toda esa gente gritando, esperando que yo salga al escenario?” La frase pertenece a Fito Páez y explica, en parte, el asombro que alguna vez sintió el músico rosarino al comprender el lugar que ocupa en la escena musical argentina: ser uno de los compositores musicales más destacados de la historia. Convertido en uno de los músicos argentinos que pudo traspasar con éxito las fronteras nacionales, la señal de cable People+Arts estrena mañana a las 21, a nivel continental, un documental que recorre la vida artística de Páez, en paralelo con los aspectos más salientes de su vida personal.
Producido por los argentinos ex MTV Alejandro Pels y Javier Andrade, el especial “Fito Páez, corazón clandestino” se vale de los testimonios de algunos compañeros musicales y de sus familiares más cercanos. El programa de una hora comienza relatando la crianza de Fito en Villa Constitución, a cargo de su abuela y de su padre, debido a que su madre murió cuando sólo tenía dos años. En el documental, Fito cuenta la manera en que su padre le inculcó su pasión por el arte. “Recuerdo cómo me conectó con la música y el cine. Yo lo ayudaba a realizar su trabajo de fin de semana y él, mientras, me pasaba durante toda la tarde una serie de discos. Y después, los sábados era el día para ir al cine. Esa era mi salida”, relata.
Promediando la adolescencia, el joven Páez empezó a codearse con la movida under del rock rosarino. Ahí conoció a Juan Carlos Baglietto, quien lo incorporó a su banda como tecladista y compositor. Luego de tres discos con Baglietto, fue nada menos que Charly García quien lo invitó a integrarse a su grupo. Cuenta Charly: “Le dije: ‘¿Vos sos Fito? ¿Querés tocar conmigo?’ No lo había escuchado nunca, pero sabía que tenía que ser bueno. Y el mono me miró y se puso a llorar al toque. Me superconmovió eso. Sabía que era un alumno mío de una y que no tenía ningún tipo de complejo en admitirlo”. “Era la bomba atómica. Iba a tocar con Charly. No lo podía creer”, recuerda Páez, sin ocultar su fascinación por García, cuyo propio especial ya está terminado y será estrenado en los próximos meses por la señal.
Durante una gira en 1984, Fito comenzó un largo romance con Fabiana Cantilo que le dio parte de letra a su primer disco solista, Del 63. Pero el gran golpe lo iba a dar con Giros (1985), un disco que fusiona el rock con el tango y el folklore. “Yo vengo a ofrecer mi corazón” se convirtió rápidamente en un hit que lo catapultó como la revelación del rock argentino. Pero, según relata en “Corazón clandestino”, la muerte de su padre y el brutal asesinato de su abuela y de su tía abuela alteraron su ánimo y le cambiaron su forma de verlo todo. “Me hizo repensar el mundo, me lo hizo sentir de otra manera. Yo ya no venía más a ofrecer mi corazón. ¿Para qué lo iba a hacer? ¿Para que me lo destrozaran?”, cuenta Fito, que a partir de ese hecho publicó Ciudad de pobres corazones, un disco visceral, amargo y oscuro.
Luego de un corto paso por España y de grabar Ey! y Tercer mundo, Páez se topó en una fiesta con la que sería su futura esposa, Cecilia Roth. El documental busca reflejar esa constante en su vida que tradujo vivencias en arte, como lo prueban los diferentes colores de El amor después del amor, que batió records de venta y le dio a Páez un nuevo status comercial. “Había algo ahí que me devolvió de las cenizas. Algo que salió del corazón. Algo de redención: se iban los años de resentimiento y de problemas a la puta madre”, dice Fito. Pero los problemas renacieron con la grabación de Enemigos íntimos, el disco que hizo junto a Joaquín Sabina y que culminó en una fuerte pelea entre los artistas. Como contrapartida, llegaron los dos Grammy latinos que recibió por Abre, un reconocimiento a su aporte a la música latinoamericana. Para saciar su espíritu creativo, Páez cristalizó un viejo anhelo suyo con la dirección de Vidas privadas,la película que indaga las consecuencias de la última dictadura argentina. Pese a las críticas recibidas por el film, Páez argumenta en la pantalla que se siente tranquilo con su carrera artística. “Mi pretensión es hacer nada más que lo que hago. Tengo la fortuna de seguir atado al niño que fui. Y ese chico me va a llevar para adelante y para el futuro. En ese sentido, me siento muy pleno.”