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Se fueron para siempre los latin lovers de exportación, y la Argentina provee machos light, con retoques en la cara, rubio teñido y hablar como de niños. Para ellos, que asomaron en la TV local de los ’90, llega la hora de la consagración en México o Colombia. Antes deberán pasar por el filtro Televisa de la buena actuación en melodrama que exige: lavar la ye y pronunciar más suaves las eses, mirar candorosamente, pero no concretar: seguir de largo. El galán argentino de exportación es puramente exterior, casi un modelo. Es rubio y divino; es un ex Jugate conmigo (Michel Brown), un ex Montaña Rusa (Sebastián Rulli) o uno que deambuló por varias tiras olvidables (Martín Karpan) sin soñar con lo que vendría: la conversión en máxima estrella al centro del continente ahora que Televisa, Caracol y Telemundo (en Miami) los quieren a la usanza europea.
¿Qué vende del galán argentino para el mundo? No es que Michel Brown (de Pasión de gavilanes y Te voy a enseñar a querer) ofrezca especiales dotes de interpretación, pero aporta ese aire europeo oriental (su verdadero nombre es Misael Browrnik), casi un estereotipo nórdico o eslavo que rompe la tradición colombiana de morochos de rasgos bien marcados. La prioridad, en la era de la telenovela global, es su fácil asimilación al resto del continente. Que no haya caras muy colombianas o tonadas demasiado mexicanas. El galán argentino garantiza versatilidad de imagen. “Si sos argentino, tenés el 50 por ciento adentro”, cuenta Pablo Marché, recién llegado de su capacitación en la escuela de Televisa.
Martín Karpan, que en la Argentina era un rostro secundario de tiras como De Corazón (Canal 13, 2000) ahora es el amante apasionado (sólo en el gesto) de Deborah en la novela Te voy a enseñar a querer. Vuelven en la lata como estrellas para ser vistos en el pago chico, consiguen el alarido que antes se les negaba, el chisme en El paparazzi, la condición de artista exclusivo de Canal 9. Debutó en Colombia en El auténtico Rodrigo Leal, en el rol de un falso gay que concursaba en un reality show.
Ahora, como el argento Miguel Varoni (también de Te voy a enseñar...) cotizan de antemano por argentinos, después de que abrieran camino los pioneros Diego Ramos o Segundo Cernadas. Eso sí, Varoni (ex Pedro el escamoso) quiebra el tono con el paso de comedia, es más un buen actor que un lindo. ¿El resultado? No pega tan fuerte como los otros. La escuela Televisa acostumbró al protagonista de madera, hizo natural la dicción pastosa, entrecortada y estiradísima.
La lista de estrellas exportables no termina: Saúl Lizaso, que encarna a Juan Domínguez en Gitanas (Canal 13 a las 17) es un ex futbolista y modelo que estuvo trece años en la mexicana Televisa, donde grabó El derecho de nacer. Sebastián Rulli, perdido en el elenco de Montaña Rusa (en los ’90), ahora ejerce de Héctor en Rubí (Canal 13 a las 18). ¿Qué aporta? Es la expansión del nuevo galán latino: si Michel Brown es el texmex más cerca del metrosexual que del cowboy, éste es el yuppie con el pelo rubísimo volando al viento, candoroso, con músculos en exhibición, dispuesto a caer en las garras de la malísima Rubí.