ESPECTáCULOS › EMPIEZAN LAS VACACIONES DE INVIERNO
Dos semanas de locos para abuelos, padres e hijos
La cartelera porteña ofrece espectáculos para todas las edades, gustos y bolsillos. Esta nota propone un recorrido posible.
Por Silvina Friera
El cuadro de situación es un tanto pesadillesco: las puertas de las escuelas se cierran y miles de chicos disponen de esas dos palabras tan temidas por los padres: tiempo libre. Es un largo recreo que dura quince días y las estrategias de seducción y chantaje de los protagonistas combinan técnicas de lo más variadas. Los más directos apelan a mohínes, pucheros, ruegos, llantos, pataletas, berrinches, y ganan por saturación. Los pequeños estrategas recuerdan esas promesas que los adultos hacen para descomprimir el presente y que los chicos –acreedores que no admiten ningún tipo de prórroga– se cobran en el futuro, o muestran el boletín con muy buenas notas, y ganan por compensación. Las vacaciones de invierno llegaron; padres, abuelos y tíos sobreviven gracias al estoicismo, la paciencia, la resignación o el sentido del humor con el que encaran las demandas incesantes de los chicos. En la vidriera de la ensanchada calle Corrientes, los personajes de los cuentos infantiles tradicionales –Aladín, Caperucita Roja, Hansel y Gretel, Pulgarcito, Pinocho y Cenicienta, entre otros– compiten con las figuras de la televisión que llevan sus programas a los teatros, como Florencia Bertotti y Panam, con Los Gabytos, herederos de los payasos Gaby, Fofó y Miliki, o con los efectos especiales, el patinaje artístico y el colorido vestuario de Disney on Ice, que celebra 100 años de magia. Página/12 desea que no cunda el pánico y propone un recorrido por los espectáculos que pueden paliar el virus del aburrimiento infantil.
Derechos y payasos
Los derechos de los niños establecidos en la Constitución nacional tienen quien los defienda desde el escenario del Complejo La Plaza (Corrientes 1600). Hugo Midón escribió y dirige Derechos torcidos, una obra protagonizada por Oski Gusmán en la que se cuenta la historia de un puñado de chicos que viven en una casa comunitaria donde han encontrado afecto y refugio. En el Centro Cultural de la Cooperación, Claudio Martínez Bel y Enrique Federman interpretan a dos payasos –padre e hijo–, enfrentados por la manera en que cada uno entiende y defiende los yeites del oficio. La obra se llama, consecuentemente, Cosas de payaso. Por las aguas de lo circense, cinco inquietos acróbatas, dirigidos por Gerardo Hochman, presentan Carambola, un espectáculo que transforma el espacio del Malba en una fiesta para toda la familia. Y de la misma cosecha Hochman se puede disfrutar el suspenso, el vértigo y el humor que propone con Fulanos, en el teatro San Martín.
En Opereta prima, el grupo La Pipetuá, que se autodefine como “circo artesanal de clowns”, despliega novedosos números circenses, malabares lumínicos y curiosas acrobacias (Paseo La Plaza). Con un lenguaje clownesco, los músicos gitanos y las niñas granadinas están por comenzar la función, pero de repente descubren que Federico García Lorca no aparece por ninguna parte. El acomodador de teatro Juan Carlos Yudica, que se sabe de memoria la letra del personaje, se ofrece para reemplazarlo. La idea de este encantador espectáculo, Granadina, el mundo de Federico, que se presenta en el teatro Regio, es del actor Daniel Casablanca, integrante del grupo Los Macocos. En su tercera temporada, Los Cazurros arremeten con Juego divino (remixado), una obra que les guiña el ojo a los padres, al mundo del clip y de la televisión. El país de las brujas (teatro Cervantes), de Cristina Banegas, plantea una reflexión sobre la libertad de elección de una joven que se enfrenta al dilema de cómo continuar la tradición de su bruja materna.
El encanto de los clásicos
En el menú de los personajes que deslumbran a los chicos hay varios platos principales. La Banda de la Risa, con un disparatado juego musical, coreográfico y teatral, versiona un clásico de Charles Perrault, Caperucita y el lobo, escrita y dirigida por Claudio Gallardou. La obra, que se presenta en el teatro Broadway, tiene como artista invitada a Dalma Maradona, en el rol de la niña que se enfrenta a las maléficas fechorías del Lobo Feroz. Los mismos creadores de Peter Pan... todos podemos volar despliegan la historia de Aladín... será genial, basado en Las mil y una noches (teatro Opera). El grupo de titiriteros del teatro San Martín recrea las aventuras de Pulgarcito, con dirección de Ana Alvarado, que, entre miedos y emociones –como sólo los títeres pueden captarlo y expresarlo–, regresará a su hogar junto con sus hermanos. Y casi nunca falta el Pinocho creado por Collodi, ahora en versión de Alejandro Borgatello (El Vitral). La puesta de Cenicienta, entre hadas y malvados en el teatro Concert le añade una vuelta de tuerca al clásico a través de la música de Teresa Parodi y Antonio Tarragó Ros, y en el teatro Lorange, la comedia musical Cantame un cuento, protagonizada por Mónica Ayos y Diego Olivera, muestra a dos simpáticos cuenteros que representan cuentos tradicionales.
¿Hay cartelera que pueda prescindir de María Elena Walsh y su universo? Bajo la batuta de Rubén Pires, Anita Martínez y la Murga de María Elena vibran en El reino del revés (La Trastienda Pilar). De Shakespeare, pero en formato infantil, se puede ver Romeo y Julieta, una obra en construcción, de Pablo Di Felice, en el British Center, y La comedia de las equivocaciones (La Casona del Teatro), dirigida por Tony Lestingi, que narra las desventuras de Egeón y los enredos suscitados a partir de la separación de su familia. Para que los chicos saboreen a los griegos, Héctor Presa propone Odiseo, la comedia infantil, basada en La Ilíada y La Odisea, de Homero (Teatro del Globo). El mejor postre lo entrega Eva Halac en el British Center con su versión de El ruiseñor, de Hans Christian Andersen, en el bicentenario de su nacimiento.
La hora de la música
Si tienen esperanzas y piensan que es posible agotar a los chicos, vean a la aplanadora del rock infantil, Papando Moscas, en el Complejo La Plaza, o al grupo Caracachumba que presenta su nuevo espectáculos y CD Faltabamás en el teatro Metropolitan. “¡Arre hermosas vacaciones y hasta la próxima!”