ESPECTáCULOS › CHARLY GARCIA PRESENTA “INFLUENCIA” EN EL LUNA PARK, HOY Y MAÑANA

A veces, es complicado volver a casa

A más de una década y media de su último show en el estadio , el músico volverá a subirse a un escenario histórico para su carrera. Lo hará acompañado, además de María Gabriela Epumer, por un trío de músicos chilenos que aquí son totalmente desconocidos.

 Por Esteban Pintos

Diecisiete años después de su último show en el Luna Park –la notable presentación de Piano Bar en mayo de 1985–, Charly García volverá esta noche a pisar el escenario del estadio cubierto de Corrientes y Bouchard. Serán dos funciones, hoy y mañana, con plateas (a 35 pesos el ticket) agotadas para la primera función, y disponibilidad para el sábado (15 las populares, 25 el campo). Este regreso al Luna no representa poco, tratándose de la casa en donde ocurrieron varios de sus grandes momentos artísticos en los 70 y 80: primero y principal, con el Adiós Sui Generis, más tarde con el recital comunitario luego disco doble Música del alma (virtual inicio de su carrera solista), la presentación del moderno Clics modernos y la mencionada de Piano Bar con escenografía, trajes y gomina gardelianas. Después, al menos allí, el silencio. Que también puede ser visto como una metáfora de sus vaivenes profesionales y personales desde mediados de los ochenta a este principio del siglo XXI (silencio creativo). Hasta hoy. La reciente edición de Influencia, el mejor disco de Charly García de los últimos diez años, marca también otro regreso, el de uno de los mayores talentos creativos que el rock aportó a la música popular argentina de los últimos treinta años.
Paradójicamente a su casi continuo protagonismo mediático –es un personaje favorito en la agenda temática de la “realidad argentina”, dispares motivos al margen–, Charly García se llamó a silencio desde hace dos semanas. Tiempo suficiente para “grabar en su casa, ensayar, y volver a descansar”, según un allegado. La gran novedad para estos shows, además de las imágenes que proyectarán pantallas de video, las nuevas canciones y un previsible repaso por el vasto repertorio de números infalibles de su cosecha, será el estreno de una nueva banda de acompañamiento con la que ensaya desde hace diez días en el estudio TNT, en el centro porteño. De los aliados que compartieron la etapa say no more, sólo queda la guitarrista María Gabriela Epumer. El trío bajo-guitarra-batería restante, debutará esta noche y a la vez que novedad, representan una incógnita: son tres jóvenes músicos chilenos, sin grandes antecedentes en la escena de su país, que García conoció y con quienes compartió varias noches de zapadas a su paso por Santiago el año pasado.
Antonio Silva en batería, Carlos González en bajo y Piuye Hayashita en guitarra forman una banda dedicada a versionar éxitos del rock latino de los ochenta (entre ellas, dos bandas argentinas muy exitosas en Chile como Enanitos Verdes y G.I.T.) en Entrenegros y Estudio 54, clubes del barrio Providencia de la capital chilena. Allí acompañan habitualmente al playboy-empresario-cantante Miguel “El negro” Piñera (ver recuadro), dueño de ambos locales, quien ha sido también el productor de varias de las presentaciones de García en el país trasandino. Según publicó el diario chileno Las últimas noticias la semana pasada, Piñera contó cómo ocurrió todo: “Cuando me dijo ‘prestame los músicos’, le respondí que bueno, al tiro”. Pero hay más. Piñera dijo en la misma entrevista que existe la idea de subir al escenario del Luna Park y compartir con Charly “Gracias a la vida”, de la chilena Violeta Parra. “Darle una manito no me cuesta nada. Imaginate que es mi ídolo. La idea de cantar juntos es fenomenal. Ojalá sea así”, le dijo al periódico de Santiago. A la vez, anunció que él será el productor de un futuro show de Charly García en Santiago, en la Estación Mapocho o en la pista atlética del Estadio Nacional.
La presentación porteña de Influencia encuentra a Charly García en un buen momento, bastante alejado ya de los desbordes y excesos que tiñeron (y eclipsaron, bueno es decirlo) su obra musical de la última década. Aunque el músico haya dejado en claro su posición al respecto, en la canción “I’m not in love” de su último disco. “Cuando la gente dice que estoy bien, no pueden ver debajo de mi piel. Sólo lo hacen por comodidad”, canta García. Lo cierto es que sí parece haber reencauzado el rumbo, tal como lo dejó en claro en su multitudinaria actuación estelar al cierre del Festival Cosquín Rock 2002. O, más cerca en el tiempo, durante unafestejada aparición en el escenario del Teatro Colón, como parte del espectáculo que allí presentaba el bailarín Maximiliano Guerra.
La clave de este regreso a los buenos momentos es palpable en el nivel compositivo, e incluso interpretativo, de Influencia. Canciones como “Tu vicio” y “I’m not in love” se presentan como potenciales hits, tanto como la adaptación de “Influencia”, una canción de Todd Rungren, de cuya obra es devoto. Allí, en la letra en castellano que acompaña la música original, hay más pistas de su presente: “Una parte de mí, una parte de mí dice: ¡stop!, fuiste muy lejos, no puedo contenerlo”, canta. Un rato después, ya no sólo hablando de sí mismo, unas cuantas palabras de “Encuentro con el diablo” vuelven a dar en el blanco. “Qué tensión que hay en el ambiente, cuántos pensarán como yo. Si las papas están calientes, ¿por qué tengo que ser yo?”

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Este año, Charly García “precalentó” con presentaciones en el Festival Cosquín Rock y en el Teatro Colón.
 
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