EL PAíS › NI JUICIO A LA CORTE NI CADUCIDAD DE MANDATOS
El bloque del PJ cajonea todo
Por Felipe Yapur
“El esquema será simple y sencillo”, afirmó el presidente del bloque de diputados peronistas, Humberto Roggero, al referirse a la forma en que el oficialismo ordenará la salida del presidente Eduardo Duhalde. En este esquema no figura ningún tema conflictivo: ni la revocación de los mandatos y mucho menos la reforma constitucional. El acuerdo incluye que el juicio político a la Corte Suprema no consiga los votos necesarios en el recinto. Así de simple y sencillo.
La decisión prácticamente no fue cuestionada. La mayoría de los sectores internos acordaron durante el encuentro que mantuvieron los legisladores en Olivos el miércoles por la noche y la cerraron ayer por la mañana durante la reunión de bloque de diputados. Los únicos que pusieron el grito en el cielo fueron aquellos que responden al gobernador Néstor Kirchner (Santa Cruz), al puntano Adolfo Rodríguez Saá y al senador entrerriano Jorge Busti que insisten con la intención de modificar la Ley de Acefalía. Este proyecto tiene como valor agregado la declaración de emergencia institucional y, de esta forma, hacer caer los mandatos de los legisladores nacionales. A esta iniciativa se suman algunos legisladores aislados como el mendocino Arturo Lafalla.
Los restantes legisladores peronistas están de acuerdo con sus gobernadores. Ahora, está en discusión cómo se expresa el anuncio de Duhalde de llamar a elecciones. Según Roggero, el bloque “está consultando a constitucionalistas”. Estas consultas se realizan en base a tres posibilidades: una de ellas es el decreto presidencial donde se convoquen los comicios presidenciales. La otra, la variante que menos quieren los legisladores, es la reforma de la Ley de Acefalía. La rechazan por temor a que se cuele la revocación de los mandatos. La última alternativa es la que propuso el senador Eduardo Menem, quien propone delegar al Poder Ejecutivo la convocatoria de los comicios y que Duhalde explícitamente dé por finalizado el mandato de Fernando de la Rúa y así garantizar la participación de su hermano Carlos.
“Queremos hacer las cosas bien”, repite Roggero. Sus compañeros de la mesa de conducción del bloque, Carlos Alessandri y José María Díaz Bancalari asienten. Para “hacer bien las cosas” piensan tomarse diez días.
En cuanto al rechazo a la revocación de los mandatos, los tres diputados coinciden una vez más en sostener que la única forma de realizarlo es a través de una reforma constitucional. Roggero dice que no hay tiempo material, Díaz Bancalari dice que “personalmente no tengo problema, pero no creo que se consigan los dos tercios de los votos necesarios para convocarla”. Alessandri se limitó a mirar. Roggero agrega un dato: “El bloque ha decidido respetar los tiempos de los mandatos que prevé la Constitución”. Esto es, están dispuestos a adelantar la renovación parcial de las Cámaras legislativas pero se concretará recién el 10 de diciembre de 2003.
Los legisladores oficialistas jamás lo reconocerán, pero el justicialismo decidió no arriesgar el control del Congreso en una elección general y, si llegar a ocurrir, recién se concretaría siete meses después de que asuma un nuevo presidente que no comulgue con el actual modelo político-económico.
El único integrante de la mesa de conducción que desentona en esta posición es el santafesino Jorge Obeid, quien presentó hace varias semanas un proyecto de reforma constitucional al sólo efecto de dar fin a la totalidad de los mandatos. La posibilidad de que esta iniciativa sea debatida es nula. Para justificar esa realidad, al reutemista lo escucharon citar una frase de Carlos Marx y que dice que “una clase social no se suicida. Es obvio que la clase política argentina cumplirá con esa máxima”.