ESPECTáCULOS › UNA COLORIDA MANIFESTACION CULTURAL
La marcha del libro
Unas trescientas personas participaron de la movilización por la avenida Corrientes, en el marco de la inauguración de la “Sexta Semana del Libro”. La idea es impulsar el hábito de la lectura.
Por Oscar Ranzani
Un nutrido grupo conformado por editores, bibliotecarios, estudiantes, escuelas de teatro y talleres de murga se movilizó ayer a la tarde, cumpliendo con la consigna “Marcha por el libro y la lectura”. Con esa actitud y declaración de principios quedó inaugurada la “Sexta Semana del Libro”. Unos trescientos manifestantes se concentraron en el Centro Cultural Rojas y de allí se dirigieron hasta el Teatro San Martín, un circuito clave, de cinco cuadras, en el que se realizaron todo tipo de actividades culturales. La “Sexta Semana del Libro” durará diez días y entre los objetivos de los organizadores se destaca la necesidad de impulsar la recuperación de los hábitos de lectura en la sociedad. El encuentro está organizado por la Cámara Argentina del Libro, la agrupación de Libreros del Interior, la Cámara Argentina de Librerías, Papelerías y afines y la Fundación El Libro, y está auspiciado por Página/12.
Pasadas las 17 el grupo de teatro callejero “La Runfla” empezó la caminata. Sus integrantes, provistos de zancos de tres metros, llevaban unas cabezas gigantes y coloridas que representaban a la reina Isabel y a Fernando de Aragón, personajes que al culminar la jornada se encargaron de representar. Los seguían de cerca miembros de la Confederación de Bibliotecas Populares –una entidad que nuclea a las 2000 bibliotecas populares que hay en el país– quienes llevaban la bandera más grande de la movilización. Otro grupo de teatro, el “Alas”, le daba colorido a la marcha. Sus integrantes estaban disfrazados de personajes de Cenicienta, La sirenita, Aladino, La bella y la bestia, Pinocho y Blancanieves. Aunque no representaron ninguna obra, se vistieron de esa manera para seducir a los chicos que acompañaban a sus padres, mientras repartían señaladores como souvenirs. Atrás iban los miembros del Centro Cultural Navegantes del Sur, que llevaron a Corrientes un grupo de murga formado por chicos que no llegaban a los diez años, vestidos con trajes multicolores y llenos de ritmo, con sus tambores, platillos y redoblantes.
Una bandera de la Cámara del Libro resaltaba la consigna “Leer es una fiesta”. Era lo que intentaban transmitir las agrupaciones culturales desplegando color y contagiando calor a la ceremonia. Detrás marchaban los integrantes de la Escuela de Circo Criollo junto a un trío compuesto por un hombre que hacía gárgaras de fuego y otro que demostraba su destreza con los malabares y una mujer vestida de negro que bailaba el hula-hula.
Una bandera de la Sociedad de Escritores Argentinos y una camioneta de CTERA acompañaban el paso lento de la multitud. La consigna “Pan, trabajo y libros”, que rezaban las pancartas, transmitía un mensaje muy claro. “Para tener una vida digna, además de apoyar la lectura que es una herramienta fundamental en las aulas, pedimos trabajo y pan también, porque todo va complementado”, señaló Alejandro Demichelis, miembro de CTERA. Los otros vehículos que acompañaban la marcha eran dos camionetas “bibliomóviles” que hacían un recorrido simbólico, ya que su función habitual es llevar libros a lugares donde no hay bibliotecas populares.
“Hacemos la caravana para que la gente se entere de todo el trabajo social que tienen las bibliotecas populares”, remarcó Juan Carlos Moscatel de la “Lisandro de la Torre” de Florencio Varela. Alrededor, se veían representantes de bibliotecas de Villa Ballester, San Francisco Solano, Almirante Brown, Villa Domínico y Malvinas Argentinas, entre otras. Finalmente hablaron el secretario de Cultura de la ciudad de Buenos Aires, Jorge Telerman, y el de la Nación, Rubén Stella. Telerman destacó que “es bueno vincular la lectura a lo celebratorio y al festejo. Como pueblo nos hace más libres y cultos, y como individuos, la lectura produce goce, alegría y felicidad”. En tanto Stella sostuvo que en la marcha “nos expresamos todos aquellos que entendemos que el libro es un objeto entrañable y necesario”.