ESPECTáCULOS
El apoyo, sólo en el papel
En los centros culturales comunitarios de Crear Vale la Pena se dictan talleres de formación y producción artística. Allí es donde se forman los animadores socio-culturales. En la actualidad son dos: uno en el barrio La Cava, en Béccar, y otro en el barrio San Roque, de San Fernando. El tercero, situado en el bajo Boulogne, acaba de quedar sin sede a causa de la imposibilidad de pagar un alquiler desmesurado. Por el momento, los chicos reciben clases en el patio o en la casa de algún vecino solidario, pero si este estado de cosas subsiste, peligra la integración de las redes construidas con tanto trabajo a lo largo de años. “¿No existe un galpón de la Muni, una de las tantas fábricas abandonadas, algún lugar que puedan ofrecernos?”, se pregunta Sanguinetti. Lo cierto es que, aun cuando Crear Vale la Pena fue declarado programa de interés nacional, los fondos para su subsistencia nunca provinieron de alguna empresa o institución local: tres años recibió un subsidio del Banco Interamericano de Desarrollo y actualmente, de la organización suiza Avina. “Ni siquiera visitó nuestro centro cultural alguien de la Secretaría de Cultura de la Municipalidad de San Isidro”, manifiesta la directora, aún sorprendida.