ESPECTáCULOS
Una escena de la obra
Alcalde: ¡Así que usted es nuestro agrimensor! Dígame qué desea.
K: (Apenas audible.) Señor alcalde...
Alcalde: No me diga nada, estoy al tanto de todo lo que pasa. Ha sido contratado como agrimensor, pero, lamentablemente, no necesitamos ningún agrimensor. No hay para usted el más pequeño trabajo. Todo está debidamente registrado. Apenas hay cambios de propiedad y las pequeñas disputas de límites las arreglamos entre nosotros. ¿Para qué mierda, entonces, necesitamos un agrimensor?
K: Estoy sorprendido. ¿Se trata de un malentendido? ¿Cómo es posible? ¿Hice un largo viaje para nada?
Alcalde: Voy a explicarle cómo fue posible este malentendido. En una administración tan grande como la nuestra puede ser que una sección ordene algo y otra sección no sepa nada de este asunto; el control superior es, sin duda, extremadamente riguroso, nunca se escapa nada, salvo algunas veces, ínfimas pequeñeces como su caso. Hace un tiempo, yo era alcalde desde hacía unos meses, llegó un decreto, no sé de qué sección, que de manera categórica, nos comunicaba que debía llamarse a un agrimensor. Nosotros contestamos hace tiempo dando las gracias y afirmamos que no necesitábamos ningún agrimensor. Esta respuesta aparentemente nunca llegó a la sección de origen, vamos a llamarla A, sino, que por error, fue a parar a otra sección, llamémosla B. Por lo tanto, la sección A no recibió respuesta, pero por desgracia la sección B tampoco. Aparentemente el expediente se perdió en el camino, es por eso que se ignoró totalmente la contratación de un agrimensor. Mientras la sección A que esperaba nuestra respuesta, tenía algunas noticias sobre el asunto, como suele ocurrir, que con el tiempo se terminó por olvidar. No ocurrió lo mismo en la sección B, donde un funcionario famoso por su escrupulosidad nos envió la carpeta vacía para que la completáramos o reiniciáramos el trámite.
K: Ahora puedo hacerme una idea de cómo este ridículo asunto, en determinadas circunstancias, puede decidir la existencia de un ser humano.