EL PAíS › SUBE EL EMPLEO, CON UN 60 POR CIENTO EN NEGRO
Más trabajo, pero no se registra
Por Raúl Dellatorre
El Gobierno está convencido y busca convencer: el crecimiento del empleo no se detuvo, sostiene. Cuadros en mano, el ministro de Trabajo, Carlos Tomada, se esmeró en demostrar que “durante el primer semestre del año, el ritmo de crecimiento del empleo en el sector privado casi duplicó al del mismo período del año pasado”. El funcionario aseguró, ante un reducido número de periodistas y rodeado de sus principales asesores, que la respuesta del empleo al crecimiento económico sigue siendo elevada, mucho mayor que durante los años de convertibilidad. El sesenta por ciento de los nuevos empleos asalariados no son registrados (en “negro”); no obstante lo cual, el ministro subrayó que incluso así, esa proporción representa “una mejora” con respecto al período de la convertibilidad, cuando la proporción del trabajo no registrado en el crecimiento del empleo era del 95 por ciento.
El resultado de la Encuesta de Indicadores Laborales, que realiza mensualmente el Ministerio de Trabajo en los cuatro principales centros urbanos del país, indica para junio un crecimiento en el nivel de empleo privado del 0,5 por ciento sobre el mes anterior, recuperando los niveles promedio exhibidos desde julio de 2003 hasta marzo del presente año. El bajón en el ritmo de recuperación del empleo en abril y mayo fue atribuido por Tomada a “la incertidumbre por el miedo a una crisis energética”, que pudo haber postergado decisiones de contratación de nuevos empleados. Pero, a juicio del ministro, los índices de junio demuestran que esa situación ya fue superada, recuperando los ritmos previos. En la comparación interanual, el alza en el nivel de empleo en los principales centros urbanos alcanzó al 7,2 por ciento.
“Estamos con una creación de empleo de 0,75 punto por cada punto de crecimiento de la economía, que es casi el doble del promedio del período 1991/98”, subrayó el ministro. “Es la consecuencia de un cambio en el patrón de crecimiento económico, con un avance de los sectores más vinculados con la creación de empleo –como Construcción, Industria manufacturera y Hoteles y gastronomía– y menos incidencia de otros como servicios financieros”, destacó Tomada.
“El empleo no registrado es lo que más nos preocupa”, reconoció, admitiendo además que durante los años de desmantelamiento del Estado se debilitaron los instrumentos de control. El ministro sostuvo que “una parte importante del empleo no registrado responde al desconocimiento de los empleadores”, que suponen que tener a sus empleados en blanco le supondría un costo mayor al que realmente le representará. En cambio, afirmó que sólo en una muy pequeña proporción el empleo en negro hace a la supervivencia de las empresas, porque no podrían soportar el aumento del costo laboral por el blanqueo. “Lo del costo laboral elevado es un argumento habitual de muchas asociaciones de empleadores, pero es un discurso que hace agua”, señaló.
Tomada señaló que el empleo no registrado aparece en todos los tamaños de empresa. “En las grandes, suelen existir empleados que cumplen tareas en relación de dependencia, pero a las que se les hace facturar como cuentapropistas; y para determinadas tareas que no hacen al corazón del negocio, como pueden ser Vigilancia o Limpieza, se subcontratan a empresas que, muchas veces, tienen empleados en negro”, describió. En el resto de las empresas (medianas y pequeñas), el ministro señaló como usual el caso de “empleados a los que se les paga parte de la remuneración en blanco y parte en negro”, y otras firmas que “están totalmente en negro, tanto en la contratación de trabajadores como en su situación impositiva”. No obstante, aseguró que ante las inspecciones del Ministerio de Trabajo, “en un 30 por ciento de los casos, la regularización es voluntaria e inmediata”, antes de la intimación.