ESPECTáCULOS
Premio y arroz
“Ese día del 2001, cuando me llamaron a casa para decirme lo del Premio Nacional de Danza, yo estaba cocinando arroz. Sonó el teléfono. Me llamaban para hacerme una entrevista en la radio, dando por hecho que yo ya había sido informada. Pero, casualmente eran ellos los primeros en decirme: ‘¡Eva, enhorabuena!’. Yo trataba de entender y de decirme a mí misma: ‘Eva, que te han dado el Premio Nacional...’. Paco, que estaba en la otra habitación con el ordenador, me escuchaba hablar y vino corriendo para reanimarme. Yo estaba tan fría y tan incrédula frente a lo que me decían por teléfono, que replicaba: ‘¿Qué dices? No, tú te has equivocado’. Entonces hice dudar al hombre de la radio hasta que me dijo: ‘Mira, perdona, voy a volver a llamar al ministerio para ver si esta noticia ha sido confirmada’. Paco me gritaba: ‘¡Gordita! ¿Pero tú sabes lo qué es eso?’, mientras yo seguía haciendo el arroz. Luego, me volvieron a llamar: ‘Está confirmado... te han concedido el Premio Nacional de Danza’. Así que ese arroz no lo terminé nunca.”