ESPECTáCULOS
La gran novela de Pinochet
“La realidad latinoamericana, de doscientos años a esta parte, hace que ningún escritor de este continente pueda liberarse de su inclusión en los libros”, sostiene Serrano.
–Usted entiende que en Europa esto se da de una forma muy distinta...
–Claro, los franceses ya hicieron la revolución hace tres siglos: están en paz con su historia. Nosotros todavía la estamos haciendo, y ni siquiera vislumbramos qué es lo que nos espera. En Latinoamérica, de hecho, la historia está mejor explicada en la ficción que en los manuales. El Trujillo que quedará para las futuras generaciones, de eso estoy segura, es el de Mario Vargas Llosa (La fiesta del chivo) y no el que describen los académicos.
–¿Usted no se planteó la posibilidad de escribir una novela histórica? Porque en esta última se anima más decididamente a incluir en la ficción datos sacados de la realidad...
–En un momento se me ocurrió escribir la gran novela de Pinochet, porque pensé que no habría en el mundo peor castigo. Pero no me atreví, porque como chilena carezco de la distancia suficiente. Por eso me incliné a incluir hechos de la realidad chiapaneca, y escribí ésta, que es la primera novela de ficción dedicada al tema. Lo llamé a Gabo (Gabriel García Márquez), entonces, y le pregunté por qué no escribía la novela de Pinochet. Me contestó que no estaba preparado para convivir con el dolor, durante el tiempo que lleva escribir un libro.