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Salud a una buena idea
Por gabriela adamo*
Los autores de un país se difunden en el exterior a través de diversos caminos, pero, sobre todo, a través de su traducción y publicación en otros idiomas. En este proceso, los editores extranjeros cumplen un papel fundamental y suelen basar sus decisiones tanto en gustos e intereses particulares como en el resultado del contacto personal e intenso con autores, editores o agentes. La literatura argentina se encuentra en gran desventaja en este escenario, ya que está físicamente distante de los centros en los que se toman las decisiones internacionales y, a la vez, la tradición editorial local está más volcada a “traer” autores de fuera que a “sacar” a los propios. Así surgió el proyecto de la “Semana de Editores en Buenos Aires”, cuya propuesta era traer a los interesados directamente a la “cocina” de la actividad editorial local. La idea se pudo concretar por primera vez en el 2003, gracias a la confianza de la Fundación Antorchas y al apoyo decisivo de quien manejaba en ese momento el área cultural de la fundación, Américo Castilla. Luego se sumaron organismos locales e internacionales (como el Malba, el Instituto Goethe, el British Council y varias embajadas extranjeras). Este año es una gran satisfacción contar también, por primera vez, con el apoyo de algunas editoriales locales, de la Cámara Argentina del Libro y de la Secretaría de Industrias Culturales del GCBA.
* Traductora y editora.