ESPECTáCULOS
El mito, según la Biblioteca
La Biblioteca Nacional inauguró anoche con la pompa de sus mejores veladas la exposición “Evita una vida, una historia, un mito”, que pone a disposición del público más de 4400 libros y publicaciones sobre su historia, además materiales y objetos aportados por particulares y coleccionistas. La muestra se despliega en tres pisos y en el parque, dividida en ocho estaciones: Línea de vida, Eva actriz, Eva esposa, Eva política, Eva viajera, Eva líder, Eva mito y Eva libro. A partir de una convocatoria realizada al público para que aportara cualquier material relacionado con la vida de Evita, los organizadores incorporaron objetos de todo tipo, muchos de ellos pertenecientes a la Fundación, como vajilla, ropa, triciclos, juguetes y medallas. A esto se suman reproducciones de obras de arte, una colección de numismática del Banco Central y una gran cantidad de fotografías.
“La muestra está centrada en el libro y tiene una intención abiertamente didáctica, de recuperar o reconstruir la figura de Eva Perón. A mí me interesa que la gente que visite la muestra vea que la grandeza alguna vez fue posible”, apuntó Silvio Maresca, director de la Biblioteca Nacional. Para Maresca, “Evita es un personaje trágico ya que une en sí misma la sed insaciable de justicia, como Antígonas, y la pasión por la verdad, propia de Edipo. Cuando ella llega a su mayor esplendor se hunde en el abismo de la muerte”. Pero para el funcionario la intención final de la muestra es resaltar “los valores con los cuales ella vivió, actuó y murió”. Entre ellos, agregó, “podría mencionar la indignación frente a la injusticia, el coraje, la lealtad, la transgresión, el amor”.
La preparación de la muestra se remonta a un año atrás, cuando comenzó a trabajar en ella el historiador Roberto Baschetti, quien destacó ayer “el esfuerzo realizado por muchísimas personas” que hicieron aportes desinteresado de materiales. “El otro día vino una chica muy joven de Gerli con objetos que sus padres enterraron en el jardín cuando lo derrocaron a Perón. Hace poco, durante un asado, los padres contaron esta anécdota y la chica con el novio empezaron a cavar y encontraron lo que habían ocultado sus padres. Nos trajeron todo”, contó Baschetti. “Un señor trajo trescientas fotos, que eran de un pariente que había trabajado en la Secretaría de Prensa y Difusión. Otro señor mayor, médico, aportó un plato y una taza con dibujitos que la Fundación Eva Perón entregaba en los servicios de pediatría de los hospitales. Nos contó que cuando cayó Perón una enfermera logró salvar esas piezas de toda la vajilla que mandó romper la interventora del hospital, en el que trabajaba”.
En el parque que rodea la Biblioteca, junto al Monumento a Eva Perón, se colocó uno de los vagones que la transportaba en sus viajes al interior del país. Hay en la muestra colecciones de afiches y volantes, diarios de la resistencia peronista, una foto como actriz que le dedica a su hermano Juan, algunas cartas, ediciones de La razón de mi vida, en francés, italiano, japonés, braille y árabe. Baschetti destaca que “un montón de cosas que quedarán afuera por falta de espacio para exhibirlo. Sólo utilizamos un treinta por ciento de todo el material reunido”.