“No negociamos ni tergiversamos la cuestión del desmatamiento; no permitiremos que haya una vuelta atrás en la rueda de la historia”, afirmó la presidenta brasileña Dilma Rousseff. La presidenta pronunciaba estas palabras al tiempo que llegaban efectivos del ejército y de la Policía Federal al amazónico estado de Pará, donde en las últimas semanas fueron asesinados tres líderes campesinos enfrentados a empresas dedicadas a la tala ilegal de árboles. Rousseff advirtió a sus aliados del PMDB que vetará el artículo que agregaron al Código Forestal que amnistía a los ruralistas desmatadores.