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México alcanzó el mes pasado el tercer lugar en el ranking mundial del mercado pirata de discos, según un informe aparecido ayer en el diario estadounidense The New York Times. La lista, de dudosa honorabilidad, está encabezada por China y Rusia. Según el influyente diario, en 2000, en 216 operativos policiales se incautaron de 2,6 millones de copias piratas en México. El año pasado, fueron recuperados por las autoridades mexicanas 17,1 millones de discos compactos ilegales. En sólo tres meses, durante este año, otros 10 millones de copias fueron confiscadas por la policía mexicana. Sin embargo, las copias piratas continúan abundando en las calles de Tepito, uno de los mayores mercados de productos ilegales en el mundo. Según un estudio de mercado de la firma mexicana Bisma, unos 12.000 vendedores ambulantes en México venden copias piratas por el equivalente a un dólar. De acuerdo con Bisma, los vendedores ambulantes vendieron en 2001 un total de 73 millones de CD piratas. En comparación, unas 900 tiendas de música legales vendieron en México 57 millones de discos compactos en 2001. Según el informe, las cifras continúan creciendo: hace tres años, las copias piratas representaban el 15 por ciento del mercado de discos en México, y en la actualidad alcanzan el 61 por ciento. Por su parte, los ejecutivos de las compañías discográficas están preocupados por la pérdida de ventas en México, cuya población alcanza los cien millones de habitantes. “Cada vez es más difícil obtener ganancias en América latina”, dijo Frank Welzer, presidente de Sony para Latinoamérica. Peter Honerlage, director general de Para Música, una pequeña discográfica del DF, afirmó que sus ventas cayeron el 50 por ciento este año y se vio obligado a reducir su personal para bajar costos. “Estoy viendo cómo 17 años de trabajo desaparecieron en nueve meses”, dijo. Sin embargo, ejecutivos del mundo de la música continuan buscando artistas latinos, cuya popularidad crece a diario en Estados Unidos. La música latina es el segmento de mayor crecimiento en Estados Unidos: en 1996 fueron vendidas 20,8 millones de copias de discos latinos, por un valor de 268 millones de dólares. El año pasado, las ventas se duplicaron a 42,3 millones de discos, por 582,6 millones de dólares.