“SOS LA PRIMERA FICHA DEL DOMINÓ”

Por Horacio Cecchi

| Un estudiante secundario, miembro del Centro del colegio Mariano Moreno que pelea por el boleto estudiantil, fue tajeado por dos hombres con anteojos negros. Le marcaron una triple A en el pecho. Después lo amenazaron con seguir los ataques sobre sus compañeros

Economía

En el Fondo no pierden el tiempo

Por David Cufré

La misión del FMI ya pidió que se revisen los acuerdos con las provincias

Economía › DUHALDE QUEDO EN EL MEDIO DE LA DISPUTA POR LA LEY DE INMUNIDAD

La telenovela de Blejer y Lavagna

Por Julio Nudler

Duhalde quedó en el medio

Sociedad

Una cámara conectada al cerebro

Por Pedro Lipcovich

Ocho ciegos, entre ellos un argentino, pueden ver tras el implante de ojos artificiales

Deportes

El regreso sin gloria

Opinan Pablo Vignone, Gustavo Veiga, Adrián de Benedictis, Carlos Polimeni

El país

A 20 años de la rendición en Malvinas,

Por Miguel Bonasso

Si las fuerzas argentinas hubieran aguantado una semana más, podrían haber vencido a las inglesas. Lo dijo un almirante inglés que participó en la contienda.

Contratapa

Embocar o no embocar,

Por Osvaldo Bayer

Estuve preso de guardapolvos blancos y maquinarias que lanzan chispitas, por eso mi ausencia en el momento más preciso. Argentina-Suecia. Pero anoche lo pude ver en una repetición televisiva, ya... [+]

El país › OPINION

Estos tipos,

Por Martín Granovsky

Episodios como el del chico tajeado siempre disparan una polémica sobre qué cosa le resulta más útil al terror. Si el silencio o la difusión. A estos tipos, ¿qué les conviene más? ¿Que el... [+]

PIRULO DE TAPA

MAJESTAD

En el confortable salón El Aljibe del Sheraton, Carlos Ruckauf respondía a todas las preguntas que le formulaban los corresponsales de medios extranjeros con el mismo tono mesurado, prolijo, casi anodino. Pero hacia la mitad del desayuno, el canciller logró sacudir la modorra que provocaba la excesiva calefacción cuando detalló la comitiva oficial a la próxima cumbre de Johanesburgo. “Yo acompañaré al presidente Carlos Menem”, anunció, ante el desconcierto de los asesores que lo acompañaban. “...Eduardo Duhalde”, se corrigió sin excusarse. Recién minutos más tarde, dijo algo que escondía el afán de justificar su yerro: “Quien fue rey, majestad queda”.