PSICOLOGíA › EL “ANALISIS TRANSICIONAL”, SEGUN EL PUNTO DE VISTA DE RENE KAES
“En unas zonas extremadamente frágiles”
Por René Kaës *
Defino –dentro del psicoanálisis– el análisis transicional como: 1) un método general de investigación de los efectos de las experiencias de ruptura en el espacio interno y, correlativamente, en el espacio intersubjetivo; 2) un método de tratamiento (y de superación) de las crisis intrapsíquicas e intersubjetivas consecutivas a estas rupturas por el restablecimiento de las continuidades psíquicas, el trabajo de la simbolización y el de la creación de nuevos procesos de crecimiento.
El análisis transicional describe las condiciones requeridas para disponer de un dispositivo terapéutico del tipo del que necesitamos cuando tenemos que enfrentarnos a formaciones no psiquisizadas correspondientes a zonas extremadamente frágiles de la simbolización primaria, de la representación, de la imagen del cuerpo y del componente narcisista de las identificaciones. Estos trastornos están generalmente asociados a sufrimientos psíquicos graves cuya fuente es señalada como separaciones y/o experiencias traumáticas precoces. Bajo tales condiciones, la imposibilidad de vivir y de elaborar una experiencia transicional es un rasgo constante de estos sufrimientos.
En los años 50, D. W. Winnicott inventa la noción de fenómenos, objeto y espacio transicionales. Primitivamente constituido por la mediación que la madre establece entre las necesidades psíquicas y corporales del niño y su medio ambiente físico y social, este espacio va a ser pronto calificado como el de la cultura.
Lo transicional es transitorio y el análisis transicional es un momento del proceso analítico. A la experiencia de la ilusión fundadora debe sucederle la experiencia estructurante de la desilusión. Este recorrido es importante porque las nociones de objeto transicional, de área transicional y de ilusión han sido tan idealizadas y forzadas que han tomado vida propia y han quedado desteñidas, dada lo exteno de su campo de aplicación.
La extensión de la noción de fenómenos transicionales me condujo al concepto de transicionalidad: así extendí el descubrimiento winnicottiano a los adultos, a los grupos, a las instituciones. Lo que designo como transicionalidad es más que una extensión de la noción winnicottiana de área transicional; es un principio de funcionamiento del aparato psíquico en contacto con la intersubjetividad. El objeto transicional es transitorio, como la experiencia de la ilusión que lo acompaña; la transicionalidad es un carácter constante de la psiquis en su relación con sus límites. La categoría de après-coup me parece tomar un valor esencial: tuvo lugar una separación que se elabora como ruptura en la continuidad psíquica e intersubjetiva (tiempo, espacio, relaciones) y ella revela que un estado anterior de unión fue sustituido por un estado experimentado como exterioridad y separación, con la incertidumbre de una nueva separación, y esperando una nueva unión. Con el concepto de transicionalidad, intenté comprender las transformaciones que se producen en estos dos espacios bajo el efecto de estas funciones mediadoras.
Practicar el análisis transicional vuelve necesario reorganizar la situación psicoanalítica de modo tal que permita en el paciente el restablecimiento de un área de ilusión, en el sentido winnicottiano del término; analizar, en la transferencia, las intrusiones destructoras de esta ilusión y responsables, por eso mismo, de las fallas del sí-mismo, de las detenciones bruscas de algunas funciones del yo y de la fragilidad del equilibrio psicosomático. Una de las tareas del análisis transicional es identificar los principales tipos de intrusión y desarticular sus mecanismos y sus efectos: por ejemplo, el mandato paradojal, la descalificación, la fascinación, la penetración del pensamiento, la discordancia brusca.
Habíamos pensado, con Didier Anzieu, que el análisis transicional podría contribuir a la comprensión y tratamiento de formas de patologías psíquicas cada vez más abundantes en la civilización occidental. Los pacientes sufren trastornos en la continuidad narcisista, en la estabilidad de sus objetos, en los límites entre sí y el otro, en la localización de las pulsiones en un espacio psíquico continente. Se quejan de una distorsión de su funcionamiento psíquico bajo la jurisdicción de un yo ideal cruel. Constatamos cada día que el desarrollo insuficiente del preconsciente arrastra consigo graves carencias de su función mediadora entre el inconsciente y el consciente, en la capacidad para la figurabilidad y el soñar.
* Extractado de Las nociones de análisis transicional, intermediario y transicionalidad, texto que, desde Francia, René Kaës remitió para ser distribuido entre las instituciones participantes en la Jornada Clínica entre Instituciones Psicoanalíticas, 6 y 7 de septiembre de 2003, en la Asociación Escuela Argentina de Psicoterapia para Graduados. Traducción: Graciela Bar de Jones.