EL PAíS › SIGUEN LOS TIRONEOS SOBRE EL DEBATE ENTRE LOS DOS CANDIDATOS

Macri lo manda a Ibarra al Colegio

El jefe de Gobierno está dispuesto a ir a todos los programas de TV. Pero Macri quiere hacer el debate en el Colegio de Escribanos.

 Por Santiago Rodríguez

Aunque ni siquiera acordaron todavía cuándo y en qué condiciones se cruzarán ante las cámara de televisión, Aníbal Ibarra y Mauricio Macri ya empezaron a debatir y lo que están discutiendo es, justamente, cómo será el debate. El empresario dio por hecho que el mano a mano será el próximo martes bajo la supervisión de una ONG y propuso el Colegio de Escribanos como escenario. El actual jefe de Gobierno reiteró su disposición a debatir, e incluso ofreció hacerlo en varias ocasiones, pero rechazó la propuesta de su adversario. Su jefe de campaña, Carlos Campolongo, advirtió que la pretensión de Macri de imponer el lugar y el mecanismo del debate denota “rasgos de autoritarismo” y le recomendó que “deje que el periodismo haga las invitaciones”. Ibarra, de hecho, ya aceptó presentarse el próximo miércoles en el programa “A dos voces”.
En el marco de su estrategia de mostrarse a la ofensiva, el martes pasado Macri desafió a Ibarra a debatir en un ámbito “imparcial y prestigioso” y ayer completó su jugada: anunció públicamente que el debate se haría el próximo martes en el Colegio de Escribanos. Aunque el empresario no lo dijo, en sus oficinas de campaña se evaluó la posibilidad de que el consultor Manuel Mora y Araujo desempeñe el papel de moderador.
La propuesta de Macri fue formalizada por medio de una carta que su jefe de campaña, Juan Pablo Schiavi, envió más tarde a Campolongo. Por esa vía, el empresario manifestó su intención de hacer el debate bajo la supervisión de “una ONG aceptada por ambas partes” y de transmitirlo por una “única señal” de televisión, a la que se podrían conectar todos los canales los interesados.
“¡Qué vaya a dar órdenes a Socma! Eso de fijar lugar y fecha por su cuenta lo puede hacer en su empresa pero no en un orden democrático”, reaccionaron con ironía los ibarristas, irritados porque el empresario dio por hecho algo que no estaba arreglado.
Campolongo se encargó más tarde de fijar la posición de Ibarra con respecto al debate. También a través de una carta le advirtió a Schiavi que “percibo en este juego rasgos de autoritarismo” y “un intento de imponer antes que de dialogar”. Además, le manifestó que empezaba a percibir algo que “ya experimenté en las anteriores deliberaciones sobre el mismo tema: las coartadas para evitar debatir abiertamente”.
Las “anteriores deliberaciones” a las que se refirió Campolongo son las que tuvieron lugar para organizar el debate que finalmente se realizó en el programa “A dos voces” antes de la primera vuelta. En aquella oportunidad, Macri trató de evitar por todos los medios ese cruce con Ibarra y después no se presentó al que había organizado “Día D”.
El jefe de campaña de Ibarra redobló, además, la apuesta de Macri: le propuso a Schiavi “considerar la posibilidad de concurrencia a la mayor cantidad de debates posibles que propongan los medios de comunicación” y que los candidatos “puedan hacerse preguntas entre ellos”.
“Nosotros no queremos uno, queremos mil debates. Y no sólo entre Aníbal y Macri, sino también entre los candidatos a vice y entre los equipos técnicos”, afirmaron los ibarristas. En tono de chicana hacia el empresario agregaron: “En nuestro caso, que tenemos muchísimo menos plata que ellos, nos sería muy útil para reducir los costos de la campaña”.
El cálculo que hacen en la Jefatura de Gobierno es simple: en el mano a mano es mucho más perjudicial para Macri que para Ibarra. El antecedente del que se toman es el debate que tuvo lugar antes de las primera vuelta y del cual el jefe de Gobierno salió mucho mejor parado que el empresario.
El mismo Schiavi lo admitió ayer en un cruce radial que tuvo con Campolongo. “Fue el primer debate que tuvo Mauricio –lo justificó su jefe de campaña–. Ibarra es una persona de la política de hace muchos años, tiene la experiencia de haber sido legislador, de tener un contacto con el mundo de la política diferente. Puede ser que sí haya sido una desventaja, pero lo bueno fue haber mostrado a un tipo que no es de la política.” Campolongo no dejó pasar esa afirmación y su respuesta fue un anticipo de lo que le espera a Macri cuando se encuentre cara a cara con Ibarra. “Cómo va a ser nuevo en la política –retrucó– cuando cambió el domicilio y quería votar a (Ramón) Puerta en Misiones. Después (Carlos) Menem lo lanzó como candidato a jefe de la ciudad, después quiso ser candidato presidencial... Seamos objetivos con las trayectorias, no las ocultemos.”

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Ibarra, junto a Miguel Bonasso, ayer presentando su propuesta de relanzar la reforma política.
 
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