La Legislatura porteña sancionó anoche la ley de subtes, que permitirá al gobierno construir las nuevas líneas de la red, financiar la totalidad de las obras, endeudarse y dar la concesión del servicio a empresas privadas. La ley fue aprobada en general, con 52 votos positivos y dos negativos, en el tercer intento del cuerpo, ya que por diversos motivos no prosperó en dos oportunidades previas, mientras que en particular casi no sufrió modificaciones. La ley, que consta de cinco artículos, establece que el gobierno podrá construir, a partir de la sociedad Subterráneos de Buenos Aires SE (Sbase), las líneas que están proyectadas: la “F” (Barracas-Recoleta), “G” (Retiro-Villa del Parque), “I” (Pompeya-Núñez) y “E Norte” (Retiro-Plaza Italia). Aunque el macrismo intentó en su momento modificar las trazas, la medida respeta lo dispuesto originalmente, tras el rechazo de los vecinos, por lo que las obras restantes de la línea “H” conectarán Retiro y Pompeya. La ley dispone que el gobierno, que podrá licitar esas obras, abonará el total de los costos, tanto en infraestructura como en equipamiento, y que luego podrá otorgar la concesión de la explotación del servicio a una empresa privada, como sucede ahora con Metrovías. También se faculta al Poder Ejecutivo a realizar acuerdos con el gobierno nacional para obtener el financiamiento.