Lunes, 7 de julio de 2008 | Hoy
SOCIEDAD › EN PADUA, VIAJABAN OCHO EN EL AUTO, CHOCARON DOS áRBOLES Y EL VEHíCULO SE INCENDIó
Ocurrió a las 5.30 sobre la avenida Rivadavia, en Padua. El conductor, de 22 años, intentó pasar un vehículo, pasó al carril contrario y debió esquivar un auto. Chocaron contra dos árboles. Cinco murieron en el acto. Una chica está en coma.
Cuatro adolescentes y un joven de 22 años fallecieron carbonizados en las primeras horas de ayer, luego de estrellarse contra su propia velocidad en el Renault Mégane en el que viajaban. El accidente ocurrió alrededor de las 5.30 en la esquina de la avenida Rivadavia y Beruti, en San Antonio de Padua, en la zona oeste. El auto, patente CAS 611, impactó brutalmente contra un árbol, presuntamente luego de una maniobra errónea del conductor y repitió el golpe contra otro y quedó destrozado. De inmediato se incendió. Dentro viajaban ocho jóvenes (cuatro parejas), de los cuales tres chicas lograron ser rescatadas. Una de ellas, ilesa. El grupo regresaba de una fiesta de cumpleaños de 15, en un club de la zona. Aparentemente, el conductor aceleró para pasar a otro vehículo y se cruzó de carril en Rivadavia, intentó esquivar un auto que venía de frente y se desplazó hacia la vereda.
El joven que se encontraba al volante del Mégane, Edgardo Suárez, de 22 años, pretendió pasar un auto que circulaba en su misma dirección por la avenida Rivadavia, paralela a las vías del ex ferrocarril Sarmiento. Según informaron los investigadores, la hipótesis (que tendrán que determinar los peritos) es que al intentar superar al otro auto el Mégane quedó colocado sobre el carril contrario de la avenida. En ese preciso momento, en sentido contrario avanzaba otro vehículo. Ninguno de los dos autos que participaron en forma indirecta habían sido detectados hasta anoche por los investigadores. “Cuando Suárez vio que se le venía encima el otro auto –dijo a este diario uno de los investigadores–, dio un volantazo para esquivarlo.”
El golpe de volante lo dio hacia su izquierda, porque hacia su propio carril el paso lo tenía cerrado por el vehículo al que quería pasar. A los tumbos pero en milésimas de segundo, llegó hasta la vereda. Por la velocidad que llevaba, sin poder frenarlo subió e impactó contra un árbol. El golpe lo dio contra su costado izquierdo, con lo que el auto no se detuvo, prácticamente rebotó y fue a dar contra el árbol siguiente. El Mégane siguió de largo como un bólido, derrapando sobre el pavimento hasta que quedó frenado. En ese momento estalló. Milésimas antes, tras el golpe en el segundo árbol, la puerta del acompañante se abrió y milagrosamente las dos chicas que iban sentadas (una sobre la otra) en el asiento delantero derecho (Estela Rubisy y Luciana Castoro) salieron despedidas. Como resultado, ambas apenas recibieron algunos golpes contra el pavimento y un tremendo shock psicológico.
Finalmente, el Mégane, con equipo de gas natural comprimido (GNC), comenzó a prenderse fuego, tras romperse el tanque de nafta, según describieron fuentes policiales. Y al mismo tiempo, una adolescente de 16, de nombre Anabella Ferrari, que se encontraba sentada en el asiento trasero, intentaba escapar del automóvil en llamas, mientras se quemaba la campera que llevaba puesta. Su brazo sufrió graves quemaduras. Un joven que caminaba por el lugar en ese momento y fue testigo del choque y el incendio corrió en ayuda y logró arrancarla del fuego, antes de que las llamas envolvieran al auto.
En tanto, el conductor y los otros cuatro ocupantes perdieron la vida tras el impacto. Se trata de Julián Carey, de 16; Matías Scot, de 17; Claudia Luna, de 16, y otro adolescente de 17 de nombre Mauro. Según relataron testigos ante la prensa, los jóvenes regresaban del Club Padua, donde se festejaba un cumpleaños de 15. Y todos, salvo el joven de 22, estudiaban el secundario en el mismo colegio.
Las sobrevivientes del accidente fueron internadas de urgencia en la Clínica Privada Provincial, y en el Hospital Municipal Eva Perón, de Merlo. Voceros de la comisaría 2ª de Merlo y de la Central de Alarma y Cuartel Central de los Bomberos Voluntarios de Merlo dijeron que Ferrari sufrió heridas “graves”, otra chica padeció “lesiones leves”, mientras la tercera joven sobreviviente “logró salir ilesa” del auto.
Por su parte, la jefa de Guardia del Instituto del Quemado, Azucena Marchioni, informó que recibió un pedido de internación del Hospital Eva Perón por la joven Ferrari. La víctima sufrió “quemaduras críticas en el 35 por ciento del cuerpo”, precisó la médica según el llamado telefónico recibido. La jefa de la Guardia dijo que rechazó el pedido de internación “por falta de camas disponibles” en el establecimiento.
La chica que resulto ilesa fue asistida en el Hospital Héroes de Malvinas Merlo para “estabilizar su estado de nerviosismo”, dijeron voceros de ese centro de salud. Al mediodía recibió el alta médica.
Lejos de allí, en Córdoba, pero emparentado con la falta de prudencia, un hombre de 29 años murió tras chocar la motocicleta Zanella 50 que conducía contra una camioneta Ford F100. El accidente ocurrió, a las 19 del sábado pasado, en la localidad de Colonia Marina, a unos 194 kilómetros al este de la capital cordobesa. La víctima fue identificada por la policía como Daniel Alberto Correa. Con esa muerte, ya son tres los fallecidos en julio en accidentes de tránsito sólo en esa provincia, mientras en lo que va del año el saldo asciende a 318 fallecidos.
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