SOCIEDAD › EL PAQUETE ESTALLO Y LE ARRANCO UN DEDO A RAFAEL CUNEO LIBARONA
Una bomba que vino con el cartero
El hermano del famoso Mariano Cúneo recibió un paquete proveniente de Rosario que estalló en sus manos y le provocó heridas.
“No hay ninguna hipótesis de peso. Ni la familia ni la policía ni nosotros tenemos hipótesis aún sobre quién pudo haber sido”, aseguraban ayer por la tarde fuentes judiciales a Página/12. Lo que parecía desorientar a los investigadores era ante todo lo atípico del caso: el abogado Rafael Cúneo Libarona, hermano del más mediático Mariano, recibió por la mañana una carta explosiva que le estalló en sus manos y le causó al menos la pérdida de un dedo y escoriaciones varias. El hecho sucedió en las oficinas de los letrados ubicadas en la esquina de Carlos Pellegrini y Córdoba, hasta donde llegó el paquete excesivamente precintado con celofán, según detallaron los investigadores. La razón del precinto respondía a la necesidad de evitar la explosión hasta que llegara a manos de Rafael, a quien estaba dirigido el falso obsequio. Anoche el abogado se encontraba internado en la clínica Mater Dei, donde los médicos intentaban reimplantarle el dedo perdido.
“Sufrió lesiones en la mano, en los dos brazos y en uno de los dedos particularmente, pero Rafa es muy fuerte y está muy entero”, comentaba también por la tarde Mariano, el menor y más famoso de los Cúneo, cuando al llegar a su estudio se vio abordado por los micrófonos. El incidente tuvo lugar pasadas las 8 en el estudio de los hermanos –incluido Matías Cúneo Libarona– del cuarto piso de Carlos Pellegrini 833. Hasta allí había llegado el sábado el paquete con remitente rosarino, enviado a través de la concesionaria del servicio estatal Correo Argentino. El paquete, cerrado con exagerado celo, fue guardado por el portero del edificio hasta ayer, cuando lo entregó en mano a su destinatario: Rafael Cunio Libarona (sic).
A pesar de las sospechas de algunos de los empleados del estudio respecto de su contenido, Rafael decidió abrir el sobre sin tomar precauciones. Intentó primero con los dientes –el precintado era en verdad exagerado– y terminó abriéndolo con las manos, para llevarse la lamentable sorpresa: un artefacto explosivo escondido dentro de un libro “clásico”, aparentemente de derecho, le voló el dedo índice de la mano derecha, le afectó también el índice de la izquierda y le produjo escoriaciones en ambas manos y en los brazos. “Se trataba de un libro enviado en un paquete del Club de Lectores del diario La Nación”, explicaron a este diario las fuentes judiciales, que confiaron que el sobre incluía una pequeña carta formal destinada a la víctima.
“Era muy precario, muy casero, poco profesional”, señaló Mariano Cúneo Libarona sobre el explosivo. Los investigadores precisaron que el mecanismo que estalló en las manos del abogado era en realidad un detonador, es decir, un artefacto relleno básicamente con pólvora que causa poco daño y que es usualmente utilizado para hacer explotar una carga mayor, por lo que consideraron el hecho como una “advertencia”. De inmediato Rafael fue asistido por médicos del SAME, quienes le efectuaron una limpieza en sus manos, para luego trasladarlo al sanatorio Mater Dei, donde se lo atendió por las lesiones más graves. Por disposición del juez Federal Jorge Urso, a cargo de la causa, concurrió al lugar una cuadrilla de la Brigada Explosivos de la Policía Federal, que se retiró poco después con los restos de la carta para analizarlos e intentar determinar su origen.
Mientras se aguardan los resultados de los peritajes que realizan los expertos en explosivos, la Policía Federal, por intermedio de la delegación que esa fuerza tiene en Santa Fe, trabaja en Rosario para determinar quién fue el autor material del hecho y desde dónde fue enviada la carta bomba. Consultado sobre el tema, Mariano Cúneo Libarona sostuvo que lo que le sucedió a su hermano “pudo haberle pasado a cualquiera” de los otros abogados que comparten el estudio y las causas tratadas por éste. El abogado negó incluso que su hermano hubiera recibido amenazas previas al ataque y, aunque confesó que el estudio tramita causas en Rosario, se mostró escéptico ante la posibilidad de que lo ocurrido tuviese que ver con alguna de ellas. De hecho, los investigadoresadmitieron que puede no existir relación alguna entre quienes cometieron el atentado y el lugar desde donde haya sido enviado el explosivo.
No obstante, voceros policiales opinaron diferente del hermano de la víctima acerca de los armadores del artefacto. Mientras que Mariano Cúneo Libarona aseguró que se trataba de un explosivo “muy casero” realizado por gente “poco profesional”, uno de los peritos advirtió que “quien lo envió algo de explosivos sabe”, ya que “es un mecanismo casero pero que no cualquiera puede fabricar”.
El estudio de los Cúneo intervino e interviene en causas penales que tienen como principales imputados a funcionarios y ex funcionarios gubernamentales y a ricos y famosos. Entre ellas, Mariano Cúneo Libarona defendió a Emir Yoma en la causa en la que se investiga el contrabando de armas a Croacia y Ecuador y colaboró con la defensa del ex presidente Carlos Menem. También estuvo detenido por el caso AMIA, acusado de hacer desaparecer un video del juzgado federal de Juan José Galeano.
Producción: Darío Nudler