En apenas dos días, La Pampa pasó de ser territorio libre de meningococcemia, una enfermedad provocada por la misma bacteria que la meningitis pero mucho más feroz, a contar con dos casos fatales prácticamente confirmados en sus registros. “Estamos en pleno análisis de la serología de los casos, así que queremos ser prudentes”, dijo el subsecretario de Salud de la provincia, Luis Ordóñez. Los casos –una nena de siete años y un nene de nueve que fallecieron la semana pasada– sucedieron en Arata, una pequeña localidad de 1300 habitantes, pero mantienen en un estado de paranoia a la población de toda la provincia. Frente a un posible brote de la enfermedad, las autoridades del Ejecutivo pampeano conformaron un comité de crisis y convocaron a médicos pediatras, neonatólogos y técnicos epidemiólogos que se encuentran trabajando en la zona –Arata y la localidad vecina de Caleufú– en la revisación de sus habitantes y en la aplicación del medicamento a quienes puedan estar incubando la enfermedad.

“Se está haciendo todo lo que está al alcance. Estamos al límite del brote y esperamos que se circunscriba a estos dos casos solamente, mientras reforzamos el trabajo de los médicos en la zona y los consejos de prevención a la gente”, sostuvo la ministra de Bienestar Social de La Pampa, María Cristina Regazzolli. Hoy, profesionales epidemiólogos dependientes del Ministerio de Salud nacional se suman a los recursos puestos en funcionamiento por la provincia.

“Casos de meningitis sí hubo, pero siempre respondieron bien a los tratamientos. Ahora, de esta clase de enfermedad, nunca. Los dos fueron de una virulencia tremenda”, añadió la ministra en referencia a los casos de los dos nenes que fallecieron en pocas horas a raíz de meningococcemia.

El viernes a la mañana, un nene que vacacionaba en Arata ingresó al hospital zonal con fuertes dolores de cabeza. Tras pasar por el hospital Centeno, de General Pico, era trasladado a un centro de salud de Santa Rosa debido a la gravedad de su estado cuando falleció, a las 19. Dos días antes, una nena falleció en el Centeno, tras ser derivada desde el centro de salud de Arata con un “cuadro febril de horas de evolución, acompañado de lesiones petequiales –manchas de sangre internas– en tronco y miembros inferiores”, según el parte médico oficial.

Aunque causada por la misma bacteria, el meningococo, y de tan fácil contagio, la enfermedad es de una gravedad considerablemente mayor que la meningitis ya que, en vez de afectar a las meninges y la médula espinal, la bacteria invade la sangre. En pocas horas, provoca una infección generalizada que termina en la muerte.

“Estaríamos en presencia de dos casos, pero aún no contamos con la confirmación del análisis serológico –en proceso en el instituto Malbrán–, así que todavía no podemos hablar de un brote de la enfermedad”, remarcó Ordóñez, y agregó que sólo existen dos casos confirmados y uno sospechado. Esperan los resultados para hoy o mañana.

Apenas se tuvo información sobre el segundo caso, autoridades de los ministerios de Bienestar Social y de Gobierno y Justicia provinciales conformaron un comité de crisis. “Existe un portador de la bacteria que todavía no hemos podido localizar, cosa que hay que hacer urgente para frenar los contagios”, explicó Regazzolli. Las primeras medidas que tomaron fue la conformación de un equipo de pediatras, neonatólogos y epidemiólogos que se instaló en la zona. El objetivo principal era localizar a todos aquellos que hayan tenido contacto con las dos víctimas y suministrarles la quimioprofilaxis –drogas para frenar un posible desarrollo de la enfermedad–, meta que ya se cumplió, según aseguró el subsecretario.

El sábado, primer día de trabajo del equipo interdisciplinario, alrededor de 300 personas se acercaron a las puertas de la sala sanitaria local. “La gente quería saber. Se los reunió y se les explicó todo lo relacionado con la enfermedad. La idea fue, también, llevar tranquilidad e información necesaria para que no tomen medidas por su cuenta”, sostuvo Regazzolli. Además, los médicos ofrecieron asistencia a todos aquellos que la desearan –y lo siguen haciendo–. Si se presentaba algún cuadro con los síntomas sospechosos –dolor abdominal, fiebre, manchas moradas en la piel–, se indicaba un pancultivo y se le aplicaba un antibiótico hasta tanto estén los resultados de los análisis.

Informe: Ailín Bullentini.