SOCIEDAD › DOS LANCHAS COLISIONARON EN EL DELTA Y HAY UN DESAPARECIDO

Choque en la avenida acuática

Una lancha que transportaba a once obreros por el Delta embistió a otra, particular, que era conducida por una mujer como único tripulante. En el impacto, uno de los operarios desapareció y hasta anoche era buscado por Prefectura. Cinco heridos que no revisten gravedad.

Dos lanchas de más de seis metros de eslora chocaron de frente en el Delta del Paraná, en el nacimiento del Canal del Este y el río Urión, al sur del Paraná de las Palmas. Como resultado del impacto, que fue importante, cinco personas resultaron heridas y otra, al cierre de esta edición, permanecía desaparecida. Una de las lanchas llevaba 12 personas, era uno de los típicos remises del Delta, del tipo conocido como “river truck”. La otra era una lancha particular, de un tamaño semejante, en la que viajaba una sola persona, una mujer, que era su timonel. Los peritos de Prefectura analizan las causas del accidente. Fuentes de la investigación especulaban con que el timonel de la lancha remise que giraba hacia el este quedó encandilado por el brillo del sol sobre el agua y no llegó a divisar a la otra embarcación que intentaba retomar el río Urión desde el Canal del Este.

La “river truck” estaba registrada en la Prefectura Naval con el nombre de “Don Tito”, y era habitualmente destinada al transporte de pasajeros. Según fuentes de la Prefectura, tiene 6,38 metros de eslora (longitud en el interior de la nave), está descubierta, y lleva el timón al medio sobre una columna, y con dos asientos alargados a los costados en los que transporta a los pasajeros.

Para la fecha, “Don Tito”, además de su timonel, transportaba once pasajeros, un grupo de obreros que se dirigía a la Isla del Este, muy cercana al lugar de la colisión, donde trabajaba en la construcción de un country. “Don Tito” llevaba unos 40 minutos desde que había partido del puerto de San Fernando, siguiendo el recorrido del Canal Vinculación, luego el río Urión, uno de los brazos en los que se divide el Canal Honda, a su vez, un brazo en los que se abre el Paraná de las Palmas en su desembocadura en el Delta.

En su desembocadura, el Canal Honda que desciende, se abre en dos brazos. Uno, a la izquierda, hacia el oeste, el mentado Urión por el que avanzaba “Don Tito”, firme con su fuera de borda de 115 HP, con una carga que según las fuentes no le permitía avanzar a más de 35 a 40 kilómetros por hora que, en el agua, parece que es decir bastante.

El otro brazo en que se divide el Urión es, precisamente, el Canal del Este que, como su nombre lo indica, es el brazo que se abre hacia el este y que desemboca en el estuario del Plata unos kilómetros al norte de donde desemboca el Urión y su confluyente el San Antonio.

Resulta difícil describir tanto laberinto isleño y es razonablemente lógico considerar que cualquiera pudiera perderse en semejante red de confluencias, desembocaduras, aguafango en las orillas, correntada en el centro, grillo y mosquito en la ribera. Precisamente por el Canal del Este es que avanzaba la lancha particular, “Aquamarina 64”, de poco más de seis metros de eslora y motor fuera de borda de 65 HP, o sea, algo menor y menos potente que “Don Tito”, pero que sólo debía trasportar una persona, su timonel, una mujer, Isabel Entrena, de 37 años.

Las velocidades desarrolladas por ambas embarcaciones son competencia de los peritos de Prefectura y de los respectivos seguros, pero hay que recordar que no hay modo de clavar los frenos. La especulación del sol es razonable y dice que el astro Febo nace al Este y el timonel de “Don Tito”, que venía virando desde el Urión hacia el Este para tomar en U el Canal del Este se topó de golpe, aunque como de costumbre, con el reflejo del sol sobre las olas. De ser así, inmediatamente después llegó el impacto con “Aquamarina”. Por los detalles, el impacto fue de frente pero levemente a la izquierda de cada embarcación, lo que podría indicar que uno o los dos timoneles intentaron dar un golpe de timón sin éxito.

El impacto fue duro. Uno de los obreros, de apellido Orrego y de 41 años, desapareció bajo el agua, mientras que otro saltó a la lancha para ayudar a la mujer. En suma, Entrena y cuatro hombres (Raúl Casas, de 57, los hermanos Salazar, Eduardo de 27 y Juan Carlos de 25, y Carlos Fernández, de 53) sufrieron traumatismos diversos y fueron asistidos en el Hospital Magdalena V. Martínez, de General Pacheco. Hasta la noche, helicópteros, buzos, semirrígidos y guardacostas buscaban al obrero desaparecido entre las aguas.

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El choque se produjo en la confluencia del Urión y el Canal del Este, a las 8.50 de la mañana.
Imagen: Télam
 
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