SOCIEDAD › EL PAPA CONDENó LA DISTRIBUCIóN DE PRESERVATIVOS AL VIAJAR AL CONTINENTE CON MAYOR PREVALENCIA DEL SIDA

Un mensaje en el lugar menos indicado

“No se puede solucionar el problema del sida con la distribución de preservativos”, dijo Benedicto XVI, en viaje a Camerún. Llama la atención la frase en un continente donde vive el 67 por ciento de los portadores de VIH de todo el mundo.

Apenas puso un pie en la capital de Camerún, el papa Benedicto XVI se definió como “un pastor”. Camerún es el destino inicial de su primera gira por Africa, en la que pretende –según dijo– “abrazar idealmente a todo el continente” y aportar “esperanza”. Esas metas no quedan del todo claras si se tiene en cuenta la opinión que el pontífice esbozó, durante el viaje, sobre el VIH/sida y el uso del preservativo. “No se puede solucionar el problema del sida con la distribución de preservativos. Al contrario. Su uso agrava el problema”, consideró desde el aire y a pocas horas de arribar a Africa, el continente en el que vive el 67 por ciento de los 33 millones de personas portadoras del virus en todo el planeta y el 90 por ciento de los niños que conviven con él.

Benedicto XVI llegó ayer a la tarde a Yaundé, capital de Camerún y primera etapa de un viaje de una semana que también lo llevará a Angola. En la pista del aeropuerto local lo aguardaba una comitiva de autoridades de gobierno y religiosas encabezada por el presidente de Camerún, Paul Biya, que lo acompañó luego hasta la ciudad capital, engalanada con fotos suyas y banderas locales y del Vaticano, agitadas por un gran número de fieles católicos. Estaba todo listo para escucharlo hablar.

A lo largo de un breve discurso en el que recordó los males que sufre Africa, como la “violencia, la pobreza, el hambre, la corrupción y el abuso de poder”, remarcó que la intención de la Iglesia “no es proponer a los africanos nuevas formas de opresión económica o política ni atizar las rivalidades interétnicas o interreligiosas, sino ofrecer la paz y la alegría del reino de Dios”. Pero cuando tuvo que hablar de problemas concretos, dejó en claro que para la Iglesia Católica, el único método anticonceptivo aceptado es la abstinencia.

El pontífice, entonces, reflejó en sus dichos la posición de la Iglesia Católica cuando, al abordar el tema del VIH/sida, una pandemia en todo el continente, reiteró la negativa al uso del preservativo. Previamente, en el avión que lo llevaba desde Roma a la capital de Camerún, estimó que “no se puede solucionar el problema del sida con la distribución de preservativos. Al contrario, su uso agrava el problema”.

Sus palabras cobran especial significación en un continente donde habita el 67 por ciento de los 33 millones de personas que conviven con el virus y el 90 por ciento de los niños portadores en todo el globo. El problema es particularmente grave en Botswana, Suazilandia y Sudáfrica. De los 48 millones de sudafricanos, unos 5,5 son portadores del virus.

Frente a Biya y su esposa, al arzobispo de Yaundé y presidente de la Conferencia Episcopal de Camerún, Simon Victor Tonye Bakot, al cardenal Christian Wiygha Tumi y a un gran número de religiosos que aplaudieron fervorosamente cuando fue condecorado con honores militares, el Papa denunció que Africa sufre “de manera desproporcionada hambre, pobreza y enfermedades”, que sus habitantes piden “reconciliación, justicia y paz” y que eso “es lo que la Iglesia les ofrece”.

“Ante el dolor y la violencia, la pobreza o el hambre, la corrupción o el abuso de poder, los cristianos no pueden permanecer en silencio”, arengó ante quienes lo escucharon ayer a la tarde y pronunció tres negativas rotundas: “No a cualquier forma de opresión económica y política, no a la imposición de modelos culturales que ignoren el derecho a la vida de los aún no nacidos –que equivale a un rechazo al aborto– y no a las rivalidades interétnicas e interreligiosas”.

Además, reveló que tenía “una opinión positiva” de la Iglesia africana, ya que “está cerca de los que sufren y necesitan ayuda”. Según estadísticas oficiales de la Iglesia Católica, el número de fieles en Africa creció tres por ciento en 2007 mientras que permaneció estable en el resto del mundo.

La presencia papal en el continente más pobre del mundo, que se prevé dure hasta el viernes, tiene como objetivo la reunión que Benedicto mantendrá con representantes católicos de 52 estados africanos de cara al II Sínodo de Africa, que se celebrará en octubre próximo en el Vaticano. Hoy hablará frente a obispos, sacerdotes, movimientos eclesiales y representantes de otras religiones. El jueves, en tanto, oficiará una misa al aire libre y se reunirá con representantes de la comunidad musulmana y de asociaciones que ayudan a los discapacitados.

Se trata de la tercera visita de un papa a Camerún y la segunda a Angola, experiencias en las que lo precedieron Pablo VI, que además estuvo en Uganda en 1969, y Juan Pablo II, que pisó el continente en 13 ocasiones.

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El Papa llegó ayer a la capital de Camerún, en su primera gira africana.
Imagen: EFE
 
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