Aunque digan que no, hubo y hay formas de encuentro entre los pueblos. Así, en el convulsionado Medio Oriente y, pese a algunas dirigencias, los pueblos encuentran la forma de contactarse pacíficamente y unir sus inteligencias y brazos con el horizonte del bien común. En el caso de marras, al menos cinco palestinos y un israelí –aunque se supone que humildemente otros israelíes participantes de la ong común desistieron de figurar sus identidades– organizaron una cooperativa para asaltar un banco, el Arab Bank sucursal Ramalá.

El hecho ocurrió el martes pasado pero ya sea por cuestiones políticas, ya sea por dificultades de otro tipo, la información recién trascendió ayer. “Los atracadores son dos palestinos de Ramalá, tres palestinos que disponen de papeles israelíes y un israelí que es el cerebro y ha participado en la ejecución” de la operación, afirmó el comisario palestino de la localidad, Adnan al Damiri, en rueda de prensa.

El asalto se realizó a cara cubierta, con capuchas y pertrechados con armas de alto voltaje, por llamarlas de alguna manera en una zona donde se portan más armas que documentos. Seis hombres irrumpieron el martes en la agencia del Arab Bank en horas de la mañana. Dominaron la situación, al público y a los empleados, y se llevaron el exiguo monto de 30 mil dólares, si se tiene en cuenta que el banco es uno de los más fuertes de la economía palestina. Dos de los seis atracadores fueron detenidos por la policía palestina y reconocieron los hechos, precisó el comisario. La policía palestina ha transmitido los elementos de la investigación de que dispone a su par israelí para detener a los otros sospechosos.

La fuga se realizó en un vehículo que luego fue hallado en la zona sur de Ramalá totalmente calcinado. Según las autoridades policiales de ambos países, se trata del primer asalto organizado de este tipo en la zona de Ramalá, sede de la Autoridad Palestina y de sus principales servicios de seguridad.

En ese aspecto, quizás erróneamente, o quizás sin alcanzar a comprender la totalidad y la profundidad del nuevo fenómeno de armisticio y cooperativismo entre ambos pueblos, el comisario palestino se mostró altamente preocupado por la nueva modalidad de asalto intercomunitario. Según esas declaraciones, esta cooperación puede representar una evolución “peligrosa” del crimen organizado en los territorios palestinos.