[cerrar]

Comparta esta nota con un amigo

E-Mail de su amigo
Su nombre
Su E-Mail

Tres policías federales y un civil fueron detenidos en el partido de Hurlingham, en el oeste del Gran Buenos Aires, el sábado por la noche, acusados de secuestrar, golpear y extorsionar a un ciudadano peruano a quien habían capturado en el barrio de Constitución. Los tres efectivos –dos suboficiales del cuerpo de tránsito y uno de la seccional 21º– fueron pasados a disponibilidad en forma preventiva y se les instruye un sumario. “Además se investiga si formaban parte de una organización y si hay ramificaciones dentro de la fuerza”, dijeron a Página/12 voceros del Ministerio de Justicia.

El hecho comenzó el sábado, alrededor de las 22. A esa hora, en la plaza Garay, en el barrio de Constitución, habría sido aprehendido el ciudadano peruano, cuya identidad no se dio a conocer, pero que, se sabe, tiene 42 años de edad. Las versiones policiales indicaron que el hombre era un distribuidor de paco en la zona, pero esa información no fue confirmada. Lo cierto es que los cuatro hombres, todos de civil, lo subieron en la parte de atrás de un Volkswagen Gol, de dos puertas y con vidrios polarizados, y lo llevaron rumbo al oeste del Gran Buenos Aires.

El auto se detuvo en colectora del Acceso Oeste y Vergara, donde los secuestradores, al parecer, golpeaban con dureza a su cautivo. Un vecino que advirtió la escena dio aviso al 911 y al rato llegó un móvil de la comisaría de Villa Tesei. Con sorpresa, los efectivos de la Bonaerense vieron como los del VW Gol les exhibían credenciales de la Policía Federal y les comunicaban una inquietante misión: “Tenemos un chancho para limpiar”.

Supuestamente se referían al hombre que estaba atado en el asiento trasero del vehículo, con el rostro golpeado, que pedía ayuda a los gritos: “Sáquenme, que me quieren matar”.

Ante ese cuadro, los bonaerenses detuvieron a los federales y al amigo civil que los acompañaba. El hombre que tenían cautivo declaró que le habían sacado el dinero que llevaba encima y le pedían un teléfono para pedir un rescate mayor. Luego quedó en libertad.

“El peruano estaba muy golpeado, tenía la cara inflada como un pochoclo”, describió sin sutilezas un hombre que participó de la investigación. Dentro del auto fueron secuestradas tres armas de fuego: dos pistolas 9 milímetros y una calibre 45.

Fuentes de la Policía Federal confirmaron que los tres efectivos quedaron detenidos e incomunicados en Villa Tesei, imputados de los delitos de privación ilegal de la libertad y extorsión. Ya fueron pasados a disponibilidad, al tiempo que se les inició un sumario interno, por orden del ministro de Justicia Aníbal Fernández. Los tres son suboficiales. Dos de ellos son miembros del Cuerpo de Policía de Tránsito mientras que el otro pertenece a la planta de la Comisaría 21, que tiene su sede en el barrio de Palermo. El caso es investigado por el fiscal Roberto Tavolaro de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 6 del Departamento Judicial