Fueron decomisadas casi cuatro toneladas y media de efedrina, distribuidas en decenas de tanques, en tres depósitos fiscales diferentes –dos porteños y uno del partido de Avellaneda– y etiquetadas en un lateral de los contenedores con el rótulo distintivo. El ingreso del cargamento data de noviembre de 2008. El origen fue la India. Y la importación pertenece a la Droguería Unifarma, allanada en febrero último por su conexión con el triple crimen de General Rodríguez. “Durante meses estuvo dando vueltas por distintos lugares, recién hace un mes recibimos el cargamento e, inmediatamente, lo notificamos al juez a cargo de la investigación”, confirmó a Página/12 una alta fuente aduanera. Ayer el juez de Zárate-Campana, Federico Faggionatto Márquez, ordenó los procedimientos para incautar el precursor químico, valuado en 40 millones de dólares.

Los allanamientos comenzaron en un depósito fiscal de la firma Murchison, ubicado en el barrio porteño de Retiro. En el cruce de Ramón Castillo y Obligado fueron encontraron unos 3100 kilos, distribuidos en dos contenedores, cada uno con diez tanques de cartón repletos de efedrina. Según un vocero de AFIP-Aduana, “a partir de los análisis reactivos se confirmó que era 99,99 por ciento pura”. A pocos metros, sobre Ramón Castillo y (casi) calle 14, en un depósito de la empresa Gemex, se encontraron otros 1400 kilos. También se secuestraron unos 116 kilos almacenados en contenedores pertenecientes a la firma Megatón, ubicada en Sarmiento al 1200 de la localidad de Gerli, partido de Avellaneda.

El superintendente de Drogas Ilícitas de la Policía Bonaerense, Norberto López Camelo, explicó a este medio que los allanamientos realizados ayer responden a la investigación iniciada hace un año “a partir del procedimiento en Ingeniero Maschwitz, donde fueron detenidos unos diez ciudadanos mexicanos”. Es decir, se enmarcan en la denominada causa de la “ruta de la efedrina”. López Camelo comentó que el precursor químico secuestrado –originario de la India– “puede tener relación con la que hallaron en (aeropuerto de) Ezeiza”, un procedimiento realizado a principios de 2009, donde el peso con el que había ingresado la mercancía al país no se correspondía con la cantidad decomisada.

En conferencia de prensa, el director de Investigaciones de la Aduana, Mario Crespo, comentó que la efedrina se encontraba en los depósitos “en situación de rezago”. El funcionario señaló que la mercadería “ubicada dentro de tambores no estaba disimulada ya que figuraba como efedrina” y remarcó que “vino dirigida a plaza, para ser destina al mercado local, pero no había sido despachada”. Al ser consultado si por el tiempo que la efedrina permaneció en los depósitos fiscales hubo una falla en los controles, Crespo respondió: “No, para nada. En el sistema una vez que ingresa una mercadería el importador tiene una cantidad de tiempo para despacharla y se encuentra en situación de rezago”.

Aunque Crespo no pudo confirmarlo, fuentes policiales bonaerenses aseguraron a Página/12 que este cargamento fue adquirido por la Droguería Unifarma S. A. el año pasado, en la época en que se desbarató el laboratorio de metaanfetamina en Ingeniero Maschwitz. Desde entonces, los investigadores contaron con el dato de este ingreso de efedrina al país y la buscaron durante todos estos meses en distintos allanamientos. En el lateral de cada uno de los tambores de madera con droga, una etiqueta blanca con letras rojas señala el contenido y la importadora –Unifarma– de la mercancía.

No es la primera vez. Unifarma fue allanada a principios de 2009 y todavía es investigada: tres de los detenidos por la denominada “ruta de la efedrina”, Claudio Mancuso y los hermanos Héctor y Guillermo Salomón, le compraron distintas cantidades de ese precursor.

Informe: Mariana Seghezzo.