Dos pacientes murieron y otros dieciséis –todos adultos mayores– fueron internadas en distintos centros asistenciales por una supuesta intoxicación en la clínica de rehabilitación Santa María de los Buenos Ayres, ubicada en el barrio porteño de Almagro. Ayer a la tarde, casi 12 horas después del hecho, una de las presunciones que barajaban los peritos era la posibilidad de una intoxicación por ingesta de comida en mal estado. “Podría haber fallado alguno de los controles de alimentación”, adelantó el ombudsman porteño de la Tercera Edad, Eugenio Semino, pero destacó que todavía resta esperar los resultados de Bromatología y el análisis de las autopsias. Aunque el Juzgado en lo Criminal Nº 23 clausuró el establecimiento, “las personas que no fueron trasladadas por sus familiares a otros hospitales continúan recibiendo tratamiento en la clínica”, admitió a Página/12 una fuente de la Agencia Gubernamental de Control de la ciudad, organismo encargado de la habilitación.

Todo comenzó ayer a la madrugada, horas después de la cena, cuando la mayoría de los pacientes internados en la clínica comenzaron con síntomas de intoxicación: vómitos y diarreas. Si bien las autoridades del centro asistencial no brindaron información, pudo saberse que “la cena de la noche anterior fue fideos con tuco y arroz con pollo”. El servicio de comida “no está tercerizado, se prepara acá con proveedores con los que trabajamos hace mucho”, aclararon fuentes de la clínica.

El establecimiento, de siete pisos, ubicado en el cruce de Gallo y Humahuaca, trabaja con obras sociales y prepagas, pero “no es prestador del PAMI”, aseguró Abelardo Vitali, vocero de la obra social de jubilados. El titular del SAME, Alberto Crescenti, dijo a Página/12 que “el alerta se recibió a las 7. Nos decían que había varios abuelos con una intoxicación y cuando llegamos ya habían fallecido dos personas”. Las víctimas fatales son un hombre de 60 y una mujer de 86.

En tanto, las personas con síntomas de intoxicación “fueron atendidas en hospitales y están fuera de peligro”, aclaró Crescenti. “El resto de los pacientes de la clínica (unas 50 personas) fueron evaluados en el lugar”, agregó. Durante el operativo participaron más de 20 ambulancias del SAME y de otras empresas privadas, mientras la policía debió cortar el tránsito.

Crescenti comentó que las personas afectadas fueron trasladadas con “gastroenterocolitis y proctorragia (sangre en materia fecal) a los hospitales Durand, Ramos Mejía, Fernández y Rivadavia”.

Según el ombudsman de la Tercera Edad de la ciudad, Eugenio Semino, se abrió una “actuación de oficio” y se requirieron “informes al Ministerio de Salud” de la ciudad por la intoxicación. Semino indicó que están siendo “controlados minuciosamente” los pacientes aún internados, para ser “compensados” y “sacarlos del riesgo inminente”. También indicó que pondrá “bajo control” a los trabajadores y profesionales de la clínica, ya que podrían haber ingerido los mismos alimentos que los pacientes.

Los pacientes internados “no son crónicos, en su mayoría son adultos mayores que provienen de alguna situación traumática como intervención quirúrgica y están acá para rehabilitación en la etapa posoperatoria”, explicó Semino.

Por su parte, el vocero de la Agencia de Control Gubernamental, responsable de la habilitación de estos establecimientos, indicó que el lugar “estaba habilitado” y que fue inspeccionado “recientemente”. A media mañana arribó al lugar personal de Bromatología del gobierno porteño para analizar el estado en que se encuentran los alimentos que recibían las personas internadas.

“Los alimentos fueron incautados y la clínica clausurada para el ingreso de nuevos pacientes”, dijo el vocero. También, según la fuente, los comercios cercanos fueron controlados “por si alguna compra en la zona fue la que ocasionó la intoxicación”. Algunas personas fueron trasladadas por sus familiares a otros centros asistenciales, pero la mayoría de los pacientes continúan internados en la clínica. Hasta el momento, la hipótesis que manejan los investigadores es una intoxicación general por ingesta de comida en mal estado.