“A partir del cuatro nos mudamos”, decía, en letras rojas, un cartel a la entrada de una vieja quesería del barrio de Colegiales. Sin embargo, la suerte le fue esquiva y un día antes la vieja estructura del comercio se derrumbó sin dejar heridos. Los vecinos del comercio habían permanecido hasta un par de horas antes en el comedor de la vivienda lindera, que quedó sin techo ni pared porque fueron arrastrados por el derrumbe. La caída de la quesería ubicada en la esquina de las calles Niceto Vega y Jorge Newbery también provocó daños en las veredas y semáforos. Personal de la guardia de emergencias de la ciudad colocó un precinto alrededor de los escombros que dejó el local para evitar que los vecinos queden expuestos. Además, un equipo de especialistas en obras analizaron las viviendas contiguas para determinar si necesitaban apuntalamiento o asistencia. En cuanto al viejo local de lácteos, aún no fueron determinadas las causas del colapso. Sus dueños ya atendían en un local adjunto hace varios meses, mientras preparaban la mudanza a la calle Warnes.