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Chubut está encendida, pero esta vez no se debe a los incendios forestales que azotaban la provincia en la época en la que María Julia Alsogaray era la secretaria de Medio Ambiente. El tema que hizo subir la temperatura entre los chubutenses fue la polémica que se desató a partir de la detención del encargado de Negocios de la embajada alemana, Johann Cohausz, por ingresar ilegalmente en un yacimiento arqueológico provincial. El hecho desató la furia del director del Museo Egidio Feruglio, de Trelew, quien tildó de “vergonzoso” el accionar policial, lo que a su vez generó la reacción, no sólo de la policía, sino también de la subsecretaria de Cultura provincial, que avaló todo lo actuado.
El sábado último, el encargado de Negocios de la embajada alemana, virtual viceembajador germano en la Argentina, y su mujer paseaban tranquilamente por el yacimiento arqueológico de Cañadón Asfalto, en el centro de Chubut, observando las rarezas de tiempos pasados que les enseñaba un grupo de científicos alemanes que trabajan en la zona, cuando, a lo lejos, vieron acercarse por el camino polvoriento un móvil policial.
En él viajaba el comisario Rubén Cifuentes, jefe de la delegación policial de la localidad de Paso de los Indios, quien con parsimonia se bajó del vehículo, encaró al grupo y, luego de explicarles que no podían estar allí, les preguntó quiénes eran. “Les pedimos que se identificaran y exhibieran los permisos de la provincia para ingresar al área, que es una zona protegida por la ley 3559, pero se negaron. Incluso, un traductor que iba con el grupo incitó al resto a que no dieran sus nombres, por lo que todos fuimos a la dependencia policial, donde quedaron demorados, hasta que se les labró una infracción”, explicó el oficial.
Según el relato de Cifuentes, el episodio no pasó a mayores. Sin embargo, cuando los germanos regresaron a Trelew, se comunicaron de inmediato con el director del Museo arqueológico Egidio Feruglio, Rubén Cúneo, para quejarse por el abusivo trato que habían sufrido en Paso de los Indios. “Es posible que esto devenga en una protesta diplomática, porque fueron muy maltratados”, relató enfurecido Cúneo y agregó que están “cansados de este tipo de actitudes del personal policial”.
“No sé qué vamos a hacer ahora cuando tengamos que pedir colaboración científica. Vamos a morir en la ignorancia”, se quejó el museólogo. Precisamente, en el yacimiento –considerado una especie de “parque jurásico” de la región– se están efectuando investigaciones financiadas por el Estado alemán. “Es una vergüenza, un papelón internacional”, despotricó.
Las protestas del museólogo llevaron a que la subsecretaria de Cultura de la provincia, Elsa Estruco, saliera en defensa de la actuación policial. “Los oficiales cumplieron con la normativa vigente”, dijo escuetamente la funcionaria, quien recordó que la ley protege a todos los lugares donde existan ruinas y yacimientos arqueológicos, antropológicos y paleontológicos, e impone sanciones severas a aquel que la infrinja. Por ahora, entre declaraciones de un lado y del otro, la polémica continúa.