El cólera llegó ayer a Puerto Príncipe, la capital de Haití. Allí, la ONU confirmó cinco casos de esa enfermedad, pero precisó que no hay un nuevo foco de epidemia y que estas personas llegaban de las regiones ya afectadas. El brote de cólera dejó 253 muertos y hay 3115 personas hospitalizadas, de acuerdo con un balance oficial.

La Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de Naciones Unidas (OCAH) confirmó los casos de infección de cólera en la capital haitiana, lo que ha creado alarma debido a los cientos de miles de personas que viven en campos de refugiados que podrían verse afectados por la bacteria. Imogen Wall, portavoz de ese organismo, afirmó que los casos muestran “un desarrollo muy preocupante” de la enfermedad.

La OCAH además, precisó que “de los cinco casos confirmados de cólera en Puerto Príncipe, cuatro resultaron ser personas originarias de Artibonite (norte) y una del departamento Centro”. Estos casos “no constituyen una propagación de la epidemia ya que no se trata de un nuevo foco infeccioso” y “la identificación de estos cinco casos en la capital, aunque preocupante, demuestra que el sistema de vigilancia de la epidemia funciona”, señalaron. En Artibonite han sido atendidas cerca de 3000 personas con los síntomas: fiebre, vómitos y diarrea.

Los ministros de Salud de Sudamérica, por su parte, tendrán hoy una reunión virtual, a través de videoconferencia, para definir una estrategia de apoyo hacia Haití. Los ministros que integran el Consejo de Salud de Unasur prevén analizar medidas para proteger a la región ante la posibilidad de contagio de la enfermedad.

El brote de cólera en Haití podría estar relacionado con un río contaminado que se encuentra muy cerca de Artibonite, según el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef). Sin embargo, el presidente del país afectado, René Préval, aseguró ayer que la epidemia fue “importada”, aunque se abstuvo de identificar su procedencia.

El director general del Ministerio de Salud Pública y de Población, Gabriel Timoté, informó que el número de hospitalizados subió a 3115, de los cuales 2754 están en Artibonite, una de las provincias más afectadas, a 80 kilómetros de Puerto Príncipe. Catorce de las víctimas mortales fallecieron en Mirebalais y Las Cahobas, en el departamento de Plateau Central, en el este, donde, sin embargo, no se han reportado fallecidos por la enfermedad en los últimos tres días. De acuerdo con el funcionario, “hay una tendencia de estabilización de los casos en el este” de la nación y habló de una “disminución” en los casos graves en Drouin y Grande Saline, las zonas más críticas de Artibonite.

Por otra parte, el funcionario anunció que las víctimas que no han sido identificadas ni reclamadas, se enterrarán en fosas comunes. “Tomamos la decisión importante de poner en tumbas comunes los cadáveres de personas no identificadas que murieron de la epidemia en Grande Saline”, la región donde la situación por la mortal enfermedad es más crítica, dijo. Para este fin, el gobierno logró para esto un acuerdo con la Misión de Naciones Unidas para la Estabilización de Haití (Minustah), que brindará apoyo logístico.

También se tomaron disposiciones estrictas para el manejo de los cuerpos: “Ningún cadáver saldrá del centro hospitalario sin haber estado desinfectado y puesto en un saco plástico”, advirtió Timoté. Además, aclaró que las familias de las víctimas no podrán hacer funerales ya que los fallecidos deberán ser sepultados inmediatamente.