El gobierno porteño lanzó ayer el sistema Bicing para el uso público y gratuito de bicicletas. Cien unidades, de las 500 previstas en todo el plan, se pusieron a disposición de los vecinos en tres puntos de la ciudad: la Facultad de Derecho, la Plaza de la Aduana y la Terminal de Retiro son las estaciones de entrega y los lugares adonde los usuarios deberán registrarse mediante la entrega de su documento, una factura de servicios a su nombre y fotocopia de ambos. El sistema estará disponible de lunes a viernes de 8 a 20 y los sábados de 9 a 15. Los riesgos que se puedan sufrir, como accidentes o robos, “corren por cuenta del usuario”, advirtieron desde el Ejecutivo.

“Los usuarios se sacarán fotos y firmarán una declaración jurada de aceptación de condiciones de alquiler”, informó Guillermo Dietrich, subsecretario de Tránsito y Transporte porteño. En la declaración jurada se asume, entre otras cosas, conocer las reglas de tránsito, tener capacidad física y psíquica para manejar una bicicleta y no utilizar el transporte fuera de la ciudad de Buenos Aires. El sistema está abierto a mayores de 18 años y a menores de entre 16 y 18 que estén autorizados por sus padres.

Darío Ferrer, empleado de la Subsecretaría de Transporte que controló la estación de Plaza de la Aduana, aseguró a Página/12 que en la primera jornada “hubo mucho flujo de gente”. “Entregamos entre 25 y 30 bicicletas”, dijo sobre la demanda que hubo en este punto del Bicing. Y calculó que “llegaron unas 35 de las otras estaciones”. La casilla ubicada en Moreno y Paseo Colón alberga 24 unidades.

Salvador Ortiz usó una de las bicicletas de esa estación. “Por como tengo armado el día, me resulta cómodo”, explicó. El ciclista consideró “espectacular” que se implemente esta iniciativa. “Usé el sistema en París y Barcelona y sé que funciona”, compartió.

Ante la rotura o posibles robos de los rodados, el Bicing tiene un sistema de sanciones y multas. En caso de devolver la bicicleta después de las dos horas, se impedirá utilizar el servicio por una semana. La segunda vez que ocurra esto se castigará con un mes de inhabilitación, la tercera con dos meses y la cuarta se dará la baja definitiva.

Por otra parte, en caso de no devolver la bicicleta, aunque el motivo de esa falta sea que el usuario haya sufrido el robo de la misma, se deberán abonar 1500 pesos. Esa es la tarifa más alta en caso de no devolución y la más baja son ocho pesos, si es que falta la cadena. Cada parte del rodado y el casco de seguridad están valuados en el marco de las multas.

Según Dietrich, la experiencia iniciada ayer es “una prueba piloto de un año, durante la cual se irán agregando las nueve estaciones restantes”. Las próximas a habilitar serían Correo Central, Facultad de Ingeniería, Parque Lezama y Puerto Madero.

El senador Daniel Filmus (Frente para la victoria) cuestionó al gobierno porteño. “Mauricio Macri sigue incumpliendo sus promesas de campaña, prometió 40 kilómetros de subte y en cambio anuncia una experiencia piloto de cien bicicletas”, se quejó. “Un sistema de transporte público que podría movilizar a 1.200.000 personas, como es el subte, no puede ser reemplazado por un sistema de alquiler de bicicletas”, agregó.