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El gobierno español flexibilizará los requisitos para que los extranjeros descendientes de españoles obtengan la ciudadanía. Ayer, el Ejecutivo envió al Parlamento tres proyectos de ley que modifican el Código Civil en materia de nacionalidad y que permitirán que la madre pueda trasmitir la ciudadanía sin restricciones y que se pueda conseguir la nacionalización aunque no se resida en la península ibérica. Además, las iniciativas abrirán la puerta a los nietos de españoles para adquirir la ciudadanía del mismo modo que hoy pueden tramitarla quienes tienen abuelos italianos. La novedad beneficiará a miles de argentinos hijos de españolas que, se supone, aumentarán las largas colas frente al consulado a la espera de un número que les permita tener el ansiado pasaporte.
Las modificaciones podrían regir a partir de marzo y apuntan a propiciar la entrada de inmigrantes de origen español frente a la oleada de marroquíes que se lanzan a las costas de la península con la ilusión de un futuro mejor que el que les depara en sus tierras. Los proyectos son impulsados por el Ministerio de Justicia y el grupo de parlamentarios del Partido Popular, que tiene mayoría absoluta en el Congreso.
“Aparte de generar mayor amplitud en la tramitación de la ciudadanía, busca reparar injusticias que no se podían seguir sosteniendo. Hijos de madre y padre, cualquiera sea su edad, podrán conseguir la nacionalidad”, detalló ayer José Manuel Castelao Bragaña, presidente del Consejo General de la Inmigración del Consulado de España en Buenos Aires.
Hasta ahora pueden tramitar la ciudadanía quienes tienen un padre español sin límite de edad. En cambio, en caso de ser la madre la española, sólo pueden conseguir la nacionalidad los menores de 18 años. Otra de las iniciativas que llegaron ayer a la Cámara de Diputados permitirá obtener la nacionalidad aunque no se resida en España y el tercer proyecto –que modificará el Código Civil– apunta a ampliar las posibilidades de conseguir la ciudadanía a los nietos de españoles que hasta el momento la tienen vedada.
De todas formas, para conseguir la ciudadanía hay que armarse de paciencia. Desde hace más de un año, las colas en el consulado para realizar los trámites de ciudadanía han ido creciendo en relación directamente proporcional a la profundización de la crisis económica en el país. Como consecuencia de la avalancha de interesados, se están entregando turnos en cuentagotas. Los que consiguen un número por estos días recién tienen que presentarse con sus papeles en marzo, para luego esperar cinco meses más para finalizar el trámite. “Se están dando turnos para marzo, pero para recibir los papeles. (Estas personas) es posible que en agosto tengan la ciudadanía”, señaló Castelao Bragaña.
El año pasado la convocatoria del pequeño pueblo de Aguaviva, en Aragón, fue sobrepasada. Para cubrir 13 puestos de trabajo se ofrecieron unas 5000 familias argentinas que cumplían con los requisitos de ser matrimonios con integrantes menores de 40 años, con ascendencia española y con un mínimo de dos hijos en edad escolar. Sólo 10 familias pudieron hacer realidad el sueño de un supuesto destino mejor en otras tierras.