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María Soledad Carlino Olivera, la chica de 23 años que fue encontrada asesinada el jueves, debajo de un sommier, en una casa del norte del conurbano, murió por asfixia, pero todavía no se pudo determinar si la estrangularon en forma manual o por medio de una soga o lazo. La joven, además, presentaba golpes en distintas partes del cuerpo y en los brazos. Todo parece confirmar que fue abusada sexualmente, pero hasta el momento las fuentes de la investigación se limitaron a señalar que “está confirmado que mantuvo relaciones sexuales poco antes de morir, pero todavía hay que determinar fehacientemente si hubo abuso”. Ayer, en la sede judicial de San Martín 4791, de Villa Martelli, se presentó el único detenido por el crimen, Javier Horacio Otero, de 32 años, quien tiene una denuncia previa por otro presunto abuso sexual, presentada por otra víctima en enero de este año. Otero se abstuvo de prestar declaración indagatoria ante la fiscal de Vicente López Beatriz Molinelli.

La confirmación sobre el método utilizado para el crimen y el presunto abuso sexual se dará a partir de que se conozca el resultado de los peritajes realizados ayer por forenses de la morgue del Hospital Carrillo de Ciudadela. Dado el antecedente que tiene Otero, los investigadores creen que pudo haber una violación. Sobre el caso anterior de abuso, lo único que se sabe es que hay una causa en una fiscalía del Departamento Judicial de San Martín. “Hasta ahora, lo que se puede decir es que murió por asfixia. La mecánica utilizada está a determinar. Se observaron algunos golpes, en el cuerpo y en los brazos de la joven, pero hay que determinar si eso ocurrió ahora o si son anteriores”, dijo a Página/12 la fuente consultada.

“Todavía no se puede afirmar que fue abusada. Sí se puede decir que tuvo relaciones sexuales, pero hay que ver si fue un ataque sexual o una relación consentida. Para eso es necesario establecer en forma fehaciente cuál era el vínculo que tenían la víctima y el supuesto victimario”, explicó el vocero. Por un lado, las compañeras de trabajo de Carlino Olivera, quien era empleada del Norcenter de Vicente López, aseguran que la joven sólo conocía “en forma circunstancial” a Otero, quien se desempeñaba en las oficinas de la firma DirecTV. Por la cercanía de ambos lugares de trabajo, Otero iba siempre a comer al Norcenter y allí conoció a María Soledad. Otra versión había indicado que el imputado era un ex novio de la chica.

“Es cierto que trabajaban en oficinas cercanas, pero todavía no se sabe si eran amigos o si tenían o habían tenido algún otro tipo de relación”, aclaró la fuente cercana al caso. “Se cree que hubo una violación porque el detenido tiene un antecedente de abuso, aunque no se sabe qué pasó exactamente en ese caso”. Por esa razón, la fiscal Molinelli solicitó que le envíen todos los antecedentes del hecho. “Otero se negó ayer a prestar declaración y ahora se están haciendo una serie de estudios, para confirmar la forma en que la mataron y si fue violada. También se han colectado en el lugar del hecho sangre, pelo y otras evidencias. El imputado tenía algunas escoriaciones en los brazos”, que podrían ser resultado de la resistencia que ejerció la víctima, explicó el vocero.

La detención de Otero se produjo en su domicilio particular, en Pastorino 674, de Luis Sáenz Peña, partido de Tres de Febrero. La denuncia sobre la desaparición de María Soledad la hizo su padre y por datos de conocidos de la chica, se pudo determinar que tenía una cita, en apariencia por cuestiones laborales, con Otero. Se hizo una guardia en el lugar y se lo detuvo cuando llegó en un Volkswagen Gol. Debajo de la cama de la habitación principal hallaron el cuerpo desnudo de la chica. Estaba envuelto en las sábanas de la cama y en bolsas de plástico. En el coche de Otero se encontró un bidón de nafta, por lo que se presume que quería incinerar el cadáver. Las ropas de la chica no aparecieron. “Hagan conmigo lo que quieran”, dijo Otero antes de entregarse.