SOCIEDAD › UN HOMBRE QUE ENGENDRO YA MUERTO
Ahora es el padre legal
Diane Blood, de 36 años, una británica que tuvo dos hijos con el esperma conservado de su marido, quien murió en 1995, logró que la Justicia de su país reconociera al hombre como el padre legal de los niños.
La legislación británica sobre fecundación asistida establece que un hombre, una vez fallecido, no puede ser considerado padre del niño recién nacido de un embrión inseminado luego de la muerte. Sin embargo, en una decisión que establece jurisprudencia para el futuro, los jueces consideraron que esa disposición jurídica es “incompatible” con la Convención Europea de Derechos Humanos, de manera que la modificó para esta caso excepcional.
Diane Blood logró después de una larga batalla judicial que su marido fuera reconocido como padre de Liam, de 4 años, y de Joel, de siete meses. Las partidas de nacimiento tenían en blanco el nombre del padre. La mujer había conseguido autorización para utilizar el esperma congelado de su marido, pero tuvo que ser inseminada fuera del país, porque la legislación interna le exigía el “consentimiento explícito” de su esposo fallecido.
A partir del caso el Parlamento británico analiza una ley compatible con la legislación europea. “Es importante que sus certificados de nacimiento digan la verdad. Mis hijos serán reconocidos como hermanos y no como medio hermanos, como dicen ahora sus partidas de nacimiento”, declaró Blood.