SOCIEDAD › SU HIJO DE UN AÑO SE SALVO POR MILAGRO
Una madre víctima de las balas
Había salido a hacer algunas compras por el barrio con su bebé de un año en brazos. Así, Nancy Paola Ibarra, de 18 años, encontró la muerte. La chica recibió un balazo tras quedar atrapada en una persecución entre dos bandas rivales, que frecuentan el gigantesco complejo habitacional de Don Orione, en la localidad de Claypole, partido de Almirante Brown, en el sur del conurbano. La criatura cayó al piso y salvó su vida por milagro.
La tragedia ocurrió poco después de las 7 de la mañana del sábado en la puerta del Cotolengo, sobre la avenida Monteverde (Camino de Cintura), frente al barrio Don Orione. Seguramente por el ruido del tránsito, la joven ni siquiera escuchó los disparos. Por la vereda de enfrente de la avenida, dos hombres, pistolas en mano, corrían a un tercero. Uno de los tiros atravesó en diagonal la Monteverde, recorrió unos 70 metros y encontró a Nancy Paola. Según los peritajes médicos, la chica recibió un balazo en el cuello disparado desde atrás. Tras el impacto, la joven cayó al suelo y murió instantáneamente. A su lado quedó el bebé, de apenas un año, y la bolsa con el sachet de leche recién comprado.
En el lugar del hecho, los peritos secuestraron dos vainas, y todo hace presumir que el balazo que mató a la joven madre es de un arma calibre 9 milímetros. La policía trasladó al bebé al Hospital de Rafael Calzada, donde se comprobó que no había sufrido heridas graves, apenas algunos raspones. Por la noche, su abuelo, el suegro de Nancy, se presentó para retirarlo. La madre vivía en Mazzini 938, en la localidad de Claypole.
La investigación del homicidio quedó en manos del fiscal de turno de Lomas de Zamora, Andrés Devoto. Por las características de la persecución, se descarta que los disparos hayan correspondido a un episodio de robo. “Es muy posible que se haya tratado de un enfrentamiento entre dos bandas que viven en Don Orione. Ahí es raro que se produzcan robos. Lo habitual es que se escondan allí delincuentes que operan en otro lado”, señaló una fuente de la investigación. Tras los disparos, los dos hombres que se peleaban escaparon y hasta anoche no habían podido ser identificados ni localizados.
Las muertes de personas en medio de persecuciones no son hechos aislados en la provincia. El último caso que trascendió ocurrió el 25 de febrero de este año, cuando Pablo Sayago, de 45 años, fue asesinado de un balazo al quedar atrapado en un tiroteo entre un policía y cuatro ladrones que escapaban tras asaltar a una bioquímica, tomarla como rehén y ocuparle la casa en la localidad de Llavallol, partido de Lomas de Zamora.