SOCIEDAD › CONZI BUSCA PRESENTARSE COMO ENFERMO NEUROLOGICO
Ser místico ya no le alcanza
“Si tuviera alguna lesión cerebral como la que insinúan sus defensores, tendría que haber alguna manifestación física”, dijeron a Página/12 dos peritos ante la nueva estrategia de defensa de Horacio Conzi.
Aunque siguen diciendo que su intención es demostrar “la inocencia” de su cliente, motivo por el cual tratan de desacreditar la montaña de pruebas en su contra, los defensores de Horacio Conzi apuntalan cada vez más el difícil camino hacia la inimputabilidad. Con ese fin solicitaron estudios neurológicos para complementar la pericia psicológica y psiquiátrica a la que el imputado será sometido porque así lo marca la ley para toda persona que esté acusada por un delito que pueda merecer una pena mayor a los diez años de prisión. Fernando Burlando, uno de los abogados, dejó entrever la posibilidad de que Conzi padezca “alguna lesión cerebral” que le impida tener el dominio pleno de sus actos. La estrategia parece concordar con el delirio místico que expresa Conzi en cada una de sus manifestaciones, tanto públicas como en el marco de la causa. Sin embargo, a priori, sólo por lo que surge a simple vista, algunos expertos consultados por este diario pusieron en duda el supuesto desequilibrio del imputado.
“Si tuviera alguna lesión cerebral como la que insinúan sus defensores, tendría que haber alguna manifestación física, alguna dificultad motriz cuya manifestación, al menos, ha pasado inadvertida”, estimaron en forma coincidente dos peritos consultados por Página/12. Uno de ellos comentó que en Estados Unidos, sobre todo, se han dado muchos casos de asesinos a los que podría denominarse “místicos” que luego fueron condenados porque se demostró que tenían el dominio de sus acciones en el momento de cometer los crímenes.
Los supuestos delirios místicos de Conzi florecieron durante su declaración ante el fiscal Mario Kohan, ante quien se presentó como “un enviado de Dios” en la Tierra. Conzi dijo que cuando lo detuvieron estaba cumpliendo “el mandato divino” de evitar la guerra contra Irak. “El mensaje del que estoy hablando estaba destinado a evitar la tercera guerra mundial a la que nos llevaron los fanáticos religiosos de medio oriente.” Según Conzi, los musulmanes pretenden “forzar las profecías para revivir el apocalipsis bíblico y demostrar que son enviados de Dios”.
El hombre que está acusado por el homicidio del joven Marcos Schenone, de 23 años, le dijo a Kohan que “la resurrección es un mito y es la causa de que miles de kamikazes entreguen sus vidas para convertirse en mártires pensando que van a volver a la vida”. Llegó incluso a decir que la fiscalía tenía que autorizarlo para poder continuar con su “mandato divino”. En caso contrario, los fiscales Kohan y Hernán Collantes “se convertirían en cómplices de la destrucción del planeta”.
Conzi dijo que Jesús es “el héroe más grande de toda la historia” y estimó que “seguramente” se ha reencarnado en su persona. “Jesús llegó a ser Papa de la Iglesia –dijo Conzi–. Esta es la mayor revelación que me hizo saber mi padre celestial y todos aquellos que violasen este secreto divino divulgándolo serán enviados al infierno.” En otro momento de su declaración, Conzi aseguró que tuvo un sueño durante el cual Schenone le pedía perdón “en nombre de su familia”. Eso ocurría, según el imputado, porque la víctima sabía que “esta acusación es totalmente falsa”.
El imputado leyó su declaración, lo que despierta mayores sospechas respecto de su repentino “misticismo”. Ante una pregunta del fiscal Kohan, el acusado dijo que Dios le había anunciado la muerte de Schenone, ya que él afirma que es “totalmente inocente” y que no intervino en el hecho.
En pleno trance aseguró que Jesús se ha reencarnado en él y que por “mandato divino” tiene la misión de escribir “la Biblia del tercer milenio”. El objetivo del texto es el de “evitar la tercera guerra mundial y el apocalipsis”. Como parte de su trabajosa estrategia, los defensores pidieron que se declarara nula la indagatoria porque el fiscal no detuvo a Conzi cuando empezó con sus “delirios místicos”. El argumento es nulo desde el punto de vista jurídico.