[cerrar]

Comparta esta nota con un amigo

E-Mail de su amigo
Su nombre
Su E-Mail

Buenos Aires quedó colocada en el número 81 en el ranking de las ciudades de mejor calidad de vida en el mundo y en América latina es la segunda, después de Montevideo (Uruguay), que quedó en el lugar 77. La mejor puntuación correspondió este año a Viena (Austria), según la Encuesta sobre Calidad de Vida 2011, de la consultora en Recursos Humanos Mercer.

En segundo y tercer lugar del ranking global siguieron a Viena las ciudades de Zürich (Suiza) y Auckland (Nueva Zelanda), Munich (Alemania) ocupa el cuarto puesto, mientras que Düsseldorf (Alemania) y Vancouver (Canadá) comparten el quinto lugar.

En Latinoamérica, Montevideo y Buenos Aires son las ciudades que están mejor posicionadas, seguidas por Santiago (90), Brasilia (101), Monterrey (104), Río de Janeiro (114), San Pablo (116), Lima (118), México DF (121), Quito (124) y Bogotá (130).

“En el ranking 2010, Buenos Aires ocupaba el puesto 78. El cambio de posición en el ranking de 2011 se debe a los movimientos que han tenido otras ciudades, tales como Abu Dhabi, Vilna y Seúl. Buenos Aires no tuvo cambios en sus indicadores este año respecto del año pasado”, explicó el director de Capital Humano para Latinoamérica Sur de Mercer, Javier Tabakman.

Más allá de Vancouver, las ciudades canadienses dominan los primeros puestos del ranking en América: Ottawa (14), Toronto (15) y Montreal (22). En tanto, las ciudades europeas representan más de la mitad de las ciudades, entre las 25 que encabezan el ranking.

Por su parte, Lisboa (Portugal) se sitúa en el puesto 41, Madrid (España) en el 43 y Roma (Italia) ocupa el número 52. Praga (República Checa), en el lugar 69, es la ciudad de Europa del Este que se ubica en el puesto más alto.

La evaluación de Mercer incluye condiciones de vida que son analizadas de acuerdo con 39 factores, agrupadas en diez categorías, donde se pondera el entorno político y social (estabilidad política, delincuencia, cumplimiento de la ley, entre otros), el económico (regulación del tipo de cambio, servicios bancarios) y el sociocultural (censura, restricciones a las libertades individuales).

La observación y puntuación incluye también la salud, la educación y los servicios públicos, el transporte, el entretenimiento, el acceso a bienes de consumo, la vivienda y equipamiento.